La secretaria general de UTE, Angélica Graciano, adelantó esta mañana que si el gobierno porteño empieza las clases presenciales el 17 de febrero, como ya anunció Horacio Rodríguez Larreta, habrá paro. «Vamos a hacer retención de servicios. No vamos a concurrir al lugar de trabajo”, confirmó a El Destape Radio. Ademys también se sumaría al rechazo de regresar a las aulas.

El problema evidentemente radica en el rebrote de contagios: “En el mes de diciembre la situación sanitaria estaba más o menos controlada, pero ahora está muy descontrolada. Mantener una fecha a como dé lugar denota que no tienen un interés en la educación pública”, advirtió.

Graciano evidenció el trasfondo político de esta postura más relacionada con la pulseada partidaria que con la gestión pública: “Si va a haber un plan de vacunas, adaptemos el inicio de clases a la vacunación. Primero se partidizó la vacuna y ahora es la partidización de las escuelas. Es muy arriesgado el planteo que se está haciendo”, señaló.

Gracino apuntó contra las falsas burbujas de cursos enteros, con docentes que trabajan en distintas aulas. “Un docente secundario tiene cinco escuelas. Y no puede ir en bicicleta de escuela en escuela. Son palabras que suenan muy bien, pero caen al vacío. No tienen un arraigo en la realidad de cómo organizar un establecimiento educativo”, remarcó.

Por su parte, Soledad Acuña, la ministra de Educación de la Ciudad, advirtió que descontarán los días a los docentes que no concurran a su lugar de trabajo por el paro.