Un colectivo de la línea 53 avanzó ayer por la mañana sobre las vías del tren Sarmiento en la Avenida Nazca de la Ciudad de Buenos Aires, cuando sonaba la chicharra y la barrera comenzaba a bajar y quedó detenido sobre ambas vías mientras se acercaba el tren.

La banderillera hizo señas desesperadas a este último para que se detuviera, mientras alrededor de 50 pasajeros aterrados bajaban corriendo del colectivo por temor a ser arrollados por la formación.

Afortunadamente el tren pudo ser detenido a tiempo para que este hecho no terminara en una nueva tragedia para decenas de pasajeros.

Desgraciadamente, esta situación no es excepcional en los pasos a nivel y tiene base en varias cuestiones que urge subsanar:

En este caso, resulta evidente la irresponsabilidad, falta de conciencia y de educación vial de este chofer profesional que no está capacitado para su tarea ya que debería saber que detenerse frente a una barrera, cuando suena la alarma del paso a nivel, no es una opción sino una obligación por el riesgo que implica no hacerlo.

Urge brindar a todos los conductores profesionales una capacitación seria como condición indispensable para el ejercicio de su tarea. Lo que debería extenderse a todos los conductores de vehículos.

Estos comportamientos de riesgo resultan incentivados por los prolongados tiempos de espera en los pasos a nivel, que sumados al gran caudal de tránsito se hacen más largos y a que a veces el sistema de barreras no funciona lo que induce a muchos conductores y peatones a atravesar el paso a nivel cuando ya está sonando la alarma y el tren se acerca.

Urge culminar las obras de soterramiento del tren Sarmiento, medida prioritaria de seguridad vial con inmensos beneficios: el más importante, evitar los cientos de vidas que cada año cercenan los trenes.

Pero también acabaría con una permanente causa de congestiones de tránsito, pérdidas de tiempo injustificables que se traducen en pesos, y una causa permanente de irritación y stress de los conductores y peatones, que los impulsa a trasgresiones con resultados, muchas veces, fatales.

A la vez, en otro nivel, los trenes podrán circular mucho más rápido y sin interrupciones, con el consiguiente beneficio para el trasporte público masivo, además de menor contaminación sonora y ambiental.