El presidente Mauricio Macri defendió este sábado en la cumbre del G20 el carácter “histórico” del acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur y subrayó que es una de las pocas “buenas noticias” de los últimos meses frente al proteccionismo.

“Es casi una de las pocas buenas noticias que hemos tenido en meses en lo que todos creemos, que es interconectar más estas economías para que haya más oportunidad de crecimiento para nuestra gente y podamos reducir los problemas de pobreza que tenemos en nuestra región”, dijo.

Lo que había sido anunciado como una rueda de prensa para comentar el acuerdo con Macri -en calidad de presidente pro-témpore del Mercosur- y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, se convirtió en una declaración en presencia del presidente brasileño Jair Bolsonaro y de líderes europeos como el presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel o la primera ministra británica Theresa May, entre otros.

“Tardamos 20 años pero logramos encontrar un momento en el tiempo en el cual encontramos muchos líderes con buena voluntad para transformar esto en una realidad”, añadió Macri.

Por su parte Juncker destacó que el acuerdo “demuestra que en tiempos turbulentos se pueden alcanzar acuerdos, compromisos mutuamente beneficiosos”.

La declaración fue también un mensaje en defensa del multilateralismo frente al proteccionismo que promueve EEUU, favorable a acuerdos comerciales bilaterales país por país frente a los tratados y acuerdos internacionales, que considera demasiado complejos e ineficaces.

A esa misma hora Trump estaba reunido con el presidente chino Xi Jinping para acordar una tregua en su guerra comercial, que podría afectar de lleno el crecimiento mundial de la economía.

Aunque todavía no se conocen todos los detalles, el acuerdo alcanzado el viernes en Bruselas permitirá a los cuatro países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) exportar cada año a la UE 99.000 toneladas de carne libre de aranceles, un 55% de carne fresca y un 45% de carne congelada, según una fuente cercana a las negociaciones.

Es precisamente esta entrada de carne y de otros productos sudamericanos a los mercados europeos lo que preocupa especialmente a Francia, cuyo potente sector agrícola teme verse afectado.

Y este temor explica quizás la ambigüedad de Macron, que tras criticar primero a Brasil, respaldar luego solemnemente el acuerdo en persona junto a Bolsonaro, dijo pocas horas horas después que estará “muy atento” a su aplicación.

“Este acuerdo va en la buena dirección pero estaremos muy atentos. Quiero poner en marcha una evaluación independiente de este acuerdo”, dijo el francés en una rueda en Osaka, aunque reconoció que se tomaron en cuenta la exigencias de Francia sobre las indicaciones geográficas.

La adopción del pacto tendrá ahora que superar una carrera de obstáculos de cara a su firma final y posterior entrada en vigor, empezando por el aval necesario de todos y cada uno de los 28 países de la Unión Europea.

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