En los últimos años se puso de moda entre los estudiantes que terminan el secundario festejar el “último primer día” de clases. El “UPD”, como se popularizó entre los jóvenes, consiste en que los estudiantes se reúnan en una casa, alquilen una quinta o salgan a un boliche la noche anterior al inicio del ciclo lectivo. Los festejos concluyen en las puertas de los colegios con bombas de estruendo, bengalas de colores, y mucho cotillón. Los chicos que participan concurren al primer día de clases prácticamente sin dormir y con frecuencia alcoholizados.

Ante esta situación la directora del colegio Dalmacio Vélez Sarsfield de la ciudad cordobesa de Las Varillas obligó a los alumnos a realizarse un test de alcoholemia al notar que “un grupo grande (de estudiantes) se encontraba en condiciones diferentes al resto”.

Graciela Alé, directora del establecimiento, llamó a la Policía Municipal. Personal de Tránsito se acercó al colegio para realizar los exámenes de alcoholemia. El resultado de los test confirmó que 15 por ciento de los estudiantes del último año se encontraban alcoholizados por lo que se llamó a sus padres para que los retiraran de la escuela.

“La tolerancia cero para el consumo de alcohol debe aplicarse también en el ámbito escolar, de hecho, muchos alumnos se trasladan en moto hasta la escuela”, manifestó la directora a FM Identidad, aunque aclaró que “no estaban en un estado grave de ebriedad”.

Graciela Alé dijo también que las familias de los estudiantes involucrados “se sintieron avergonzadas” y pidió colaboración a los padres: “Hay que poner límites concretos”.

“Estamos frente a un problema social que debemos abordar como adultos. Entendemos que debemos mirar lo que está pasando con nuestros jóvenes y actuar. No quisimos demonizar a nadie, sino atender un problema”, expresó Alé.

De los 100 alumnos que este año finalizan el secundario en dicho colegio, 15 son los que dieron positivo en el test. Más allá de haber sido retirados por sus padres, desde la escuela “van a analizar si los sancionarán”.

La moda del “UPD” comenzó en el interior del país siendo pioneras las provincias de Mendoza y San Juan. Justamente en el primer distrito cuyano se dictó un restrictivo Código de Faltas que sanciona a las familias de los jóvenes involucrados debido a que los festejos fueron incluyendo pirotécnica, cortes de calle y consumo excesivo de alcohol. En otras localidades, cuando se descontrola la situación, directamente intervienen las fuerzas de seguridad locales para interrumpir el “último primer día”.

Infobae