El comedor Pucará del barrio San Jacinto sufrió su tercer robo del año, en este caso, de la bomba sumergible. Ante la imposibilidad de comprar una nueva y por la difícil situación económica que sostiene desde hace meses, sus dueños decidieron cerrar el espacio hasta febrero.

Horacio, uno de los coordinadores, habló sobre ello con Bien Despiertos, programa emitido de 7 a 9, por radio De la Azotea: “Desde el 2004 funciona Pucará. Actualmente, atiende a 320 personas, niños y adultos. Se llevan la vianda a su casa en su propio tupper, que vale aproximadamente 1 dólar. Lo positivo es que tenemos ayuda de un programa de Naciones Unidas, que nos pagan 220 viandas. Por ende, nosotros ponemos 100 más, a través de donaciones y también de nuestros bolsillos. Sin la bomba, no podemos seguir”.

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María Laura Lago- Redacción MdpYa.