“Nuestros salarios han quedado muy atrasados, estamos en un piso que casi se equipara al año 2002. Sobre las becas se informó un recorte: de 1300 pasarán a ser 600, y se les corrió la fecha de ingreso de abril a agosto”, relató una trabajadora a MdpYa.

Dolores Rodríguez, vocera del personal de administración, habló sobre la situación que enfrenta el sector de trabajadores: “La mayoría estamos precarizados, tenemos un contrato que se renovaba año a año, en mi caso hace 13 años que trabajo de esta forma y a partir del decreto 84/23 en el que se dispuso la no renovación de contrato para los que hubieran ingresado en 2023, en donde hay varias compañeras en esa situación, se dispuso la no renovación de contratos y a todos los que teníamos una renovación anual, se nos acortó a 90 días”.

Durante este tiempo, cada organismo del Estado tiene que presentar un plan de “achicamiento de estructura, y fundamentar cada uno de los puestos que pretende renovar”.

Rodríguez asegura que no hay una racionalidad detrás del achicamiento o renovación de contratos, pero esto no es un hecho aislado. Durante el macrismo en el Conicet se hizo un estudio de dotación óptima en donde cada uno de los puestos se justificaba, “ya en ese momento había dado que la cantidad de personal administrativo y en comparación con personal científico y de apoyo, era escasa. Es decir, en ver de reducir deberíamos aumentar, pero la situación siguió similar.”

Durante el gobierno de Macri mucha gente renunció por la precarización laboral a causa de bajos salarios, resaltó. “Esto un poco se había revertido durante el gobierno anterior, pero las condiciones de contratación nunca cambiaron, iniciamos medidas y paro durante la pandemia para pedir lo que corresponde, que es que, si una persona durante más de 10 años está con una renovación anual, deberían estar en planta permanente, es tiempo suficiente para determinar si alguien sirve o no para un puesto”, remarcó.

Mucha incertidumbre

En el caso del sector administrativo se desconoce si el 31 de marzo se renovarán los contratos, al mismo tiempo se han recortado las horas extra, generando que trabajadoras de la letra C (las únicas habilitadas para realizar horas extras) perdieran este beneficio. Usted se preguntará ¿por qué tenían esta posibilidad? Bueno, el sector cobra $250.000, las horas extra representaban $66.000 más, sin este agregado, el sueldo no alcanza.

Dolores aseguró que la realizad de Conicet es critica en muchos aspectos, como la situación de becarios e ingresantes. “Tampoco hay un presupuesto que pueda asegurar el funcionamiento del organismo durante todo el año, ya que se renovó el presupuesto de 2024, con los valores del 2023”.