El presidente del BCRA, Sandleris, reconoció que hubo tres elementos que llevaron a la Argentina a esta situación: los desequilibrios “heredados”, un “shock internacional” por una suba de tasas de interés “más rápido de lo que se esperaba” y otro factor local por la sequía, que “generó un impacto negativo en la economía”; y los “errores cometidos en estos tres años”.

Guido Sandleris, expuso en el panel de cierre de la Conferencia Internacional de Economía y Finanzas CIEF 2018-Los Desafíos de la Desinflación en un Régimen de Tipo de Cambio Flexible: La Experiencia Argentina en el Contexto Internacional.

En el encuentro reconoció que la economía argentina está “todavía atravesando meses muy difíciles” y consideró que el Gobierno cometió “errores” al enfrentar los desequilibrios económicos “heredados”.

El titular de la autoridad monetaria recordó que la inflación fue de 6,5% en setiembre y 5,5% en octubre, y subrayó que “todo hace prever que en noviembre va a ser más baja”. “Sigue siendo alta, queda mucho por hacer, pero creo que estamos avanzando en la dirección correcta”, indicó.

“Todavía estamos atravesando meses muy difíciles”, reconoció Sandleris, para quien hubo tres elementos que llevaron a la Argentina a esta situación: los desequilibrios “heredados”, un “shock internacional” por una suba de tasas de interés “más rápido de lo que se esperaba” y otro factor local por la sequía, que “generó un impacto negativo en la economía”; y los “errores cometidos en estos tres años”.

Sobre este último punto, Sandleris reconoció: “Erramos en lograr la consistencia necesaria que debe tener el desequilibrio fiscal, la inflación y los precios relativos y tuvimos una subestimación de la velocidad en que podían cambiar las circunstancias internacionales”.

Dijo que esos tres elementos llevaron a que la Argentina tuviera, en setiembre, una inflación en setiembre de 6,5% respecto a igual mes de 2017, el doble de la tasa que tienen los países desarrollados en un año, y que el peso argentino “perdiera la mitad de su valor durante este año”.

“Elegimos la base monetaria porque era un instrumento simple, transparente y fácilmente verificable. Ante la evidencia de que había pesos sobrante, una política para absorber todos los pesos para que no creciera la base monetaria nos parecía que era poderosa y verificable. El BCRA había perdido su credibilidad, nos parecía importante tener una herramienta para ir reconstruyendo de a poquito la credibilidad”, sostuvo.

Además, remarcó que “en Argentina el tipo de cambio juega un rol importante en la creación de expectativas y nos pareció que era importante dar una guía importante de cómo iba a actuar el banco. Por eso creamos las zonas de intervención y no intervención cambiaria”.

“En estos primeros dos meses y medio, el dólar se mantuvo. Hubo una reducción en la volatilidad y una caída en la inflación”, destacó.

Y remarcó: “La semana pasada anunciamos que en diciembre íbamos a preservar el sobrecumplimiento de la base monetaria y va a continuar hacia adelante siempre que veamos que las situaciones del mercado no sean tales que nos permitan relajar las condiciones”.

Además, “está la situación internacional y la incertidumbre de siempre por las elecciones. Tenemos que ser cauteloso sobre cómo conducir la política monetaria y lo estamos haciendo”, sentenció.

Sandleris dijo que la nueva política monetaria hizo bajar 15 puntos las tasas de interés porque se logró mayor estabilidad y bajó la expectativa de inflación. “Hacia adelante el Banco Central seguirá siendo muy cauteloso, generando credibilidad para que la inflación siga descendiendo y la tasa de interés bajando”.

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