La crisis laboral se concentra en Santa Fe. El fabricante de electrodomésticos Electrolux licenció a la totalidad del personal, la automotriz General Motors inició un esquema de suspensiones rotativas y la productora de acoplados Helvética paralizó su producción hasta fin de año. El denominador común para las medidas que afectan a más de 2500 trabajadores santafesinos es la caída de la demanda interna y el persistente proceso de apertura comercial. Las medidas dispuestas por las empresas se suman a la destrucción de puestos de trabajo acumulada en los sectores industriales desde el recambio presidencial en 2015.

Las vacaciones adelantadas del personal de Electrolux se extenderán durante todo octubre y afectarán a los 1000 operarios que se desempeñan en la planta rosarina donde, entre otros bienes, se producen heladeras. La firma pretende así reducir sus costos operativos frente al descenso abrupto de las ventas que incrementó sus stocks. Como no se trata de una suspensión de personal, la empresa pagará el ciento por ciento de los salarios. Desde la UOM señalaron que la caída en el consumo frente al escenario de estancamiento con alta inflación “afecta a toda la actividad productiva, tanto a línea blanca, como a carroceras y fundiciones”. Electrolux despidió el año pasado a 80 trabajadores. Dos meses atrás la empresa y el gremio acordaron que no habría despidos hasta fines de 2018 pero la profundización de la crisis derivó en las medidas confirmadas ayer. En General Motors los 1400 operarios comenzaron a rotar con suspensiones y, en consecuencia, a cobrar sólo el 70 por ciento de sus sueldos. La medida estará vigente hasta finales de enero de 2019 para prevenir despidos.

Por su parte, la fábrica de acoplados Helvética de Cañada de Gómez estableció la suspensión de sus 90 trabajadores y el pago de la mitad del salario hasta fin de año “para aguantar la caída de ventas, que llegó al 90 por ciento”, indicaron desde la empresa.

P12