Luiz Inácio Lula da Silva, ex mandatario y líder político de Brasil, manifestó el jueves a través de su cuenta de Twitter que su permanencia en la cárcel de Curitiba no es la de un preso sino la de un rehén, además aclaró que es la realidad que envuelve su caso.

“Yo no estoy preso, yo soy un rehén. Quien no entiende eso todavía no entiende lo que está pasando conmigo”, dijo.

Este mensaje fue publicado por el equipo de asesores de Lula en un intento por comunicar la situación del expresidente brasileño, quien fue encarcelado en abril de este año bajo supuestos delitos de corrupción.

Por otra parte, la misiva viene a aclarar la situación a la que se somete al exmandatario luego que José Antonio Dias Tóffolli, juez del Tribunal Supremo, anulara la decisión del magistrado Marco Aurelio Mello, quien dictó el miércoles una medida que otorgaba la libertad a todos los detenidos que fueron juzgados en segunda instancia; medida que favorecería a Lula.

Dias Tóffolli detuvo esta determinación judicial que beneficiaría a Lula da Silva atendiendo una petición de la Fiscal General de Brasil, Raquel Dodge.

Lula permanece en prisión desde abril luego de ser sentenciado a 12 años y un mes de cárcel por supuestos actos de corrupción. Sin embargo, el líder brasileño insiste en su inocencia mientras que sus abogados, el Partido de los Trabajadores (PT), del cual es fundador, y movimientos sociales consideran que Lula es un preso político.

La dirigencia del PT denunció este jueves una conspiración judicial en Brasil que pretende mantener detenido al expresidente Lula da Silva. Por su parte, la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, dijo este jueves que en el sistema judicial de Brasil existe una “neurosis en mantener a Lula preso. Ellos tienen miedo de que esté suelto y por eso siempre consiguen una forma de burlar el sistema legal para mantenerlo preso”.

Asimismo, el diputado Paulo Pimenta aseguró que en Brasil hay dos leyes, “una ley que sirve para todos y una ley que sirve para Lula. Cualquier ministro del Supremo Tribunal Federal puede decidir lo que quiera, menos con respecto al expresidente”.

Hoffmann aseguró estar preocupada por la seguridad Lula cuando asuma la Presidencia el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ha hecho amenazas sobre la situación del exmandatario. “Si le ocurre algo a Lula estando en manos del Estado, la culpa será del presidente de la República”.

“Creemos que tras la toma de posesión de Bolsonaro se va a recrudecer este sistema policíaco, más aún con Moro como ministro, va a ser un sistema de persecución”. indicó.