El esqueleto de una niña fue encontrado en medio de una serie de obras que se estaban realizando en la Capilla del Palacio Gótico del Real Alcázar de Sevilla.

Mientras los trabajadores removían las baldosas algo les llamó la atención, una suerte de pedazo de plomo con partes de madera, pero resultó ser mucho más que eso.

Luego de días de trabajo, descubrieron que se trataba de una tumba con féretro de madera, en cuyo interior, se encontraban los restos de una niña que estiman no superaba los 5 años de edad y habría vivido hace más de 700 años.

Según la información que dieron a conocer los especialistas que trabajaron en el lugar, liderados por Miguel Ángel Tabales y por el antropólogo Juan Manuel Guijo, el esqueleto estaba completo y tenía los brazos semiflexionados y cruzados sobre el tórax.

Además, a partir de un molar, los investigadores descubrieron que la nena era rubia y que habría pertenecido a la nobleza ya que llevaba botones de nácar.

La antigüedad del esqueleto rondaría entre los siglos los siglos XIII al XV, aunque Tabales afirmó que por ahora solo se tratan de hipótesis. A su vez, realizarán exámenes más exhaustivos que permitirán conocer el linaje y la causa de muerte de la niña.