La pandemia para los trabajadores del Correo no implicó dejar de trabajar ni tuvieron la chance de hacer cuarentena.

Al contrario, generó una sobrecarga de tareas producto del crecimiento exponencial del comercio electrónico que los tiene como soporte necesario.

A pesar de ser declarados esenciales desde el primer día y estar expuestos diariamente al contagio, su paritaria venció el 31 de marzo y no fue renovada.

Desde allí los gremios del sector buscan renegociar los haberes de los empleados telepostales, pero las autoridades de Correo Argentino no dieron respuestas favorables. «Hemos solicitados insistentemente iniciar las negociaciones paritarias», explica la comunicación con la que Foecyt y Foecop informó de las medidas de fuerza.

Ahora, con 5 meses y medio de demora, lanzaron una serie de protestas que irá escalando hasta obtener respuestas favorables. Comienzan con un quite de colaboración y con asambleas en los lugares de trabajo.

Además, desde este lunes 21 de septiembre, habrá paros de dos horas por turno que, obviamente, tendrán impacto en la distribución de los paquetes que diariemente manipula el Correo.

La obstrucción en la llegada de los paquetes no es menor. Desde que comenzó el aislamiento en Argentina, según indican desde la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), las ventas por internet aumentaron un 84%, un crecimiento del 38% en órdenes de compra y un 71% en unidades vendidas.

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