Los testimonios que llegan a diario a nuestro medio dan cuenta de un escenario en donde las empresas hacen lo que quieren con respecto al cumplimiento de protocolos, horarios y la higiene de los mismos.

Este es el relato de P, quién nos cuenta cómo viajó su familia:

“Les cuento lo que le pasó en un viaje a una prima de mi Sra , en un viaje programado el día 14/03/2021 a las 14.30Hs salida de la terminal de Mar del Plata” señala P sobre la angustiosa situación que vendría después.

“Ella viajó en compañía de su hija, su yerno y la hermana de su yerno, La primera sorpresa se la llevaron cuando el micro no salió a horario , salio 17.30 hs , motivo de atraso: los choferes venían a conducir el micro desde la ciudad de Córdoba o sea sin descanso”

Tras tres horas de espera, el relato no lleva a “el micro viajo con capacidad completa, todo el viaje con el A/C prendido ,se respetaban muy poco los protocolos. Lo mismo vivieron con viaje de vuelta, un desastre” nos señala indignado.

Tras esto, su indignación creció a tal punto de manifestar que “me pregunto que es lo que controla la CNRT como publican en algunos medios y en redes, los controles de salud donde esta? ¿Donde están los controles que dicen si todas las personas que viajaron están en su casa, no nos pueden seguir mintiendo y que algunos medios sean cómplices de la falta de cuidados que son muy peligrosos para la salud y la vida de las personas, estoy muy indignado como nos mienten descaradamente”

Esta es otra, de las tantas, experiencias de viaje que están pasando actualmente en nuestro país. Indignante y preocupante a la vez. Ante una nueva ola de contagios que ya llega, con países del continente, fronterizos en confinamiento, con reducciones horarias para circular, en donde todos agotan recursos para controlar, prevenir y recortar circulación, nosotros vivimos a diario como si nada estuviese pasando. Hay una gran parte de la población que tiene una profunda negación con respecto a esto que nos azota, pero de ahí a comprometernos a todos ya es un riesgo que deberíamos repensarlo en función de los millones que sí se cuidan y piden otro escenario.