Revelación del abogado de la enfermera: “Maradona tenía presión alta y pulsaciones elevadas, pero no le dieron medicación”

El letrado detalló que Diego Maradona registraba 130-100 de presión arterial, 115 pulsaciones por minuto, alto para un paciente cardiaco, y no lo medicaron.

La fatídica casa del country San Andrés de Tigre era un lugar que no estaba preparado para la internación domicliaria de Diego Maradona tras una delicada operación por la que se externó por propia voluntad. El hombre más famoso del mundo, el que tenía las puertas abiertas de los palacios en los que viven ricos y poderosos no tenía ni un desfibrilador cerca que pudiera salvarle la vida que perdió el 25 de noviembre de 2020 antes del mediodía.

Así se desprende de la declaración de Dahiana Madrid, la enfermera que intentó en vano salvarle la vida a Diego Maradona el día que se paralizó el mundo al compás del corazón del genio del fútbol mundial. La profesional declaró en dos oportunidades ante la fiscalía en la investigación que se sigue para establecer cómo fue la muerte y podría ampliar su testimonio en las próximas horas.

“No queremos que sea como el perejil del Caso Dalmasso o la Beatriz Michelini del Caso García Belsunce que estuvo ocho años dando vueltas por la Justicia para terminar absuelta”, sentenció su abogado Rodolfo Baqué en C5N.

Baqué adelantó que por voluntad de Maradona, con respaldo del llamado “entorno”, Madrid no controlaba la salud de Diego: “Ella entra a trabajar un viernes diez días antes de la muerte de Diego Maradona. El lunes siguiente ello lo acompaña al baño y el paciente le pide que se vaya, que no esté más con él. Sólo le daba las pastillas que le indicaba la psiquiatra. Nunca más lo revisó. Cumplía con esa tarea de lunes a viernes y se iba a su casa. Dalma, Gianinna y Jana lo sabía.

Los fiscales Laura Capra, Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y John Broyard imputaron a Leopoldo Luque, además de pedir que se hicieran allanamientos, lo que fue consentido por el juez de Garantías Orlando Díaz.

“Leopoldo Luque no estaba a cargo de la medicación. Le sacó los puntos de la cirugía. No le dio indicación alguna a la enfermera”, agregó Baqué.

Diego Maradona encendió las alarmas sobre su salud por la desmejorada imagen que dio el 30 de octubre cuando estuvo en el estadio de Gimnasia celebrando su cumpleaños y se retiró antes de tiempo. Fue operado el 3 de noviembre en la Clínica Olivos por un hematoma subdural. Abandonó el centro de salud privado por propia voluntad y bajo su responsabilidad el 12 de noviembre.

“El enfermero del turno noche le tomaba la presión. El día anterior de su muerte, la presión arterial de Diego Maradona era 130-100 y las pulsaciones por minuto llegaron a 115. Para un paciente cardiaco el límite debe ser de 80. Lo que le pasó se veía venir, pero no había médicos en la casa”, agregó Baqué.

La hipótesis incomprobable del abogado es tan contrafáctica como dolorosa: “Ni baño tenía la habitación. Le pusieron un baño portátil. Si no hubiese estado en esa casa, Maradona hoy estaba vivo. Se murió porque las alertas no fueron advertidas”.