Verónica vive en el barrio Belgrano y tiene 3 hijxs junto a Maximiliano Rivero (una joven de 16, una niña de 7 y un varón de 4). Se conocieron cuando ella tenía 13 años y a lo largo del tiempo el hombre fue mostrando quien era realmente. Las cosas empezaron con un empujón o un tirón de pelos y continuaron con el incendio de su casa y un viaje directo al hospital.
Por más de 15 años Verónica padeció un vínculo muy violento con el padre de sus hijxs. Hoy es una sobreviviente de una historia de terror y busca auxilio en los medios de comunicación. El pedido es claro, su familia necesita que los fiscales Eduardo Amavet y Pablo Lodola tomen consciencia sobre la gravedad del caso y le impidan la libertad a Maximiliano Rivero, su ex pareja.
“Fui mamá a los 15 y por eso todo le perdonaba a Maximiliano o él lo justificaba, me hacía creer que él actuaba así por cosas que yo había hecho. En el 2011 me pegó muy feo, estuve internada y perdí la memoria, si bien lo denuncié más tarde lo terminé perdonando. En 2018 me prendió fuego la casa en el barrio Belgrano, yo estuve un mes en el hogar Galé y él 4 meses detenido, cuando salió lo volví a perdonar porque pensé que eso lo había hecho cambiar, pero siguió en la misma,” aseguró Verónica a MdpYa.
Fue un círculo vicioso, señala la mujer al analizar el paso del tiempo y los hechos sucedidos. En agosto del 2020 Maximiliano “se fue de joda” y Verónica no lo dejó entrar más a la casa. Él aseguró una vez más que podía cambiar para convertirse en un hombre nuevo, sin embargo por primera vez las cosas cambiaron.
Verónica se puso de novia con otro hombre, al principio su ex pareja le dijo que “había tirado muchos años por alguien que no se sabía si realmente iba a funcionar,” él aseguró esperarla sin reprochar, pero la mujer la repetía la negativa a volver con él.
Hace 3 meses Maximiliano comenzó a cobrar una pensión que provocó que a Verónica le saquen la asignación universal por hijo y la tarjeta Alimentar. “Yo le pedí que me pase el salario de los nenes y una mantención que sea equivalente a la tarjeta, pero él nunca me pasó un peso, me dijo que como yo no lo dejo ir a mi casa él no me va a pasar nada,” relató.
Por esta razón Verónica acudió a un abogado para hacer los trámites correspondientes, y que se le dicte al papá de los nenes una fecha y hora para ver a sus hijxs.
El jueves pasado Maximiliano le escribió a Verónica diciéndole que ya sabía quién era su actual pareja, sin embargo la mujer le remarcó que se había equivocado, que esa no era la persona. Pese a esto él insistió “sos una puta, los voy a matar.”
El viernes a la noche se comunica con Verónica una mujer, pareja de esta supuesta persona con quien salía con Vero, para contarle que Maximiliano fue a la casa y disparó por una ventana. “Ella escuchó que llamaban a su pareja por la ventana y con un bebé a upa fue a decirle que en ese momento su compañero no se encontraba, él disparó y provocó la explosión del vidrio, le pasó por 2 cm de la cabeza al bebé y la bala terminó en el techo,” explicó Vero.
Ambas mujeres acudieron a la comisaria decimoprimera, si bien los policías hicieron su parte, aún faltaba que el fiscal Pablo Lodola hiciera su trabajo para detenerlo.
El domingo Maximiliano le volvió a escribir por Facebook asegurando ahora sí saber con quién estaba Verónica, sin embargo la mujer no le dio importancia, pensando que esta era una más de las tantas amenazas que ella recibía por parte de él. En horas del mediodía pasó como acompañante en una moto negra y le gritó “hija de puta te voy a matar, te lo juro.” Una vez más Verónica concurrió a la comisaría a volver a hacer otra denuncia, y pasó toda la tarde allí, contando lo sucedido.
A la noche Maximiliano volvió a pasar en la moto por su casa, ahora con un arma de fuego, y realizó un disparo y a los gritos le dijo “esto es para vos.”
“Ante el miedo llamé al 911 y rápidamente se acercó una pareja de policías a vigilar la casa, cuando estaba hablando con ellos me llegó una llamada de un número desconocido y era él, me empezó a decir puta de mierda y me aseguró que yo no iba a poder salir de mi casa, a todo esto la policía escuchaba todo. Me dijo que me iba a sacar la casa y que nos iba a matar a todos,” contó Verónica a MdpYa.
En ese momento una amiga de Verónica llegó en auto a su casa y fueron juntas otra vez a hacer la denuncia. Vero se llevó a los dos hijxs más chiquitos y en la casa quedó su hija mayor con su pareja y su bebé.
“Estoy radicando la denuncia y mi amiga entró gritando, desesperada, contando que mi hija la había llamado porque Maxi estaba dentro de la casa rompiendo todo. Empecé a los gritos y junto a un grupo de patrulleros salimos hasta mi casa.”
Maximiliano entró por la parte de atrás de la casa y rompió toda una puerta de madera mientras gritaba que si entraba iba a matar a todos. Al llegar la policía se había fugado y fue gracias a las y los vecinos que pudieron encontrarlo a una cuadra de la casa, el hombre se peleó con los policías, se resistió y lo llevaron a la unidad 44 de Batán.
Verónica remarcó a MdpYa que la policía hizo muy bien su trabajo, pero hizo la mitad. La otra mitad la debe hacer el fiscal, Eduardo Amavet y Pablo Lodola. “Los fiscales deben ser conscientes que si él queda en libertad, mi vida y la de mis hijxs corren peligro. Cuando él quede en libertad va a venir a matarme,” aseguró.
Lara E. Franco – Redacción MdpYa