Maximiliano González está acusado del delito de «homicidio agravado». En la madrugada del viernes baleó al adolescente de 16 años. El ministro de Seguridad bonaerense aseguró que el oficial «hizo todo mal».

El policía acusado del homicidio del adolescente Luciano Olivera, quien recibió un balazo en el pecho cuando lo persiguieron porque aparentemente se negó a detenerse en un control en la ciudad balnearia de Miramar, se negó a declarar ante la fiscal de la causa y seguirá preso.

Maximiliano González (25) se abstuvo de prestar declaración ayer frente a la fiscal Ana María Caro que lo acusó por el delito de «homicidio agravado por ser funcionario policial en cumplimiento de sus funciones», que prevé la pena de prisión perpetua, y ya fue trasladado a la Unidad Penitenciaria 44 de Batán.

Fuentes judiciales informaron que previamente el efectivo mantuvo una entrevista con sus abogados Lautaro Resúa y Carla Medina, quienes le recomendaron no declarar por el momento.