El flamante presidente del Banco Central confirmó que mañana debuta la política ultra restrictiva de la entidad. Explicó que apunta a achicar la base monetaria hasta un nivel de “tal escasez de pesos” que “reduciría al mínimo la demanda de dólares”.

“Vamos a estar evitando que haya pesos sueltos dando vuelta en la economía que puedan alimentar la demanda de dólares”, aseguró el nuevo presidente del Banco Central, Guido Sandleris, al ratificar que mañana debuta la estrategia recesiva de la entidad para frenar la devaluación y bajar la inflación. Implicará una zona de no intervención en los mercados cuando el dólar esté entre 32 y 44 pesos, en paralelo a la decisión de no emitir más pesos e intenar “secar” al mercado de moneda local.

En entrevistas brindadas a los diarios Clarín y La Nación, Sandleris dijo que su objetivo es dejar “en niveles mínimos históricos” a la base monetaria y auguró que eso “generaría tal escasez de pesos que reduciría al mínimo la demanda de dólares”. “No me importa cuánta demanda de dinero haya, no vamos a emitir un peso más”, insistió.

El titular del BCRA pronosticó “un par de semanas” para que los mercados se adapten al nuevo sistema, pero auguró que “cuando el mercado lo comprenda, será efectivo”. Consultado sobre qué deberían hacer las personas con sus ahorros, sentenció: “Ni loco compraría dólares”.

“El lunes empezaremos con las operaciones de colocar estos títulos que se llaman Lelic y absorber pesos. El mercado definirá cuánto tiene que ser la tasa de interés dispuesto a cobrar para darnos los pesos que tenemos que retirar”, explicó y repitió que “habrá menos pesos en la calle para ir al dólar” y “así veremos que la inflación caerá”.

Sandleris descartó hacer pronósticos sobre cuánto durará la recesión -que se profundizará con su política monetaria restrictiva- y apenas se animó a plantear que “el año próximo la actividad debería recuperarse”.

El presidente del Central consideró que “la economía caería más” si se siguiera “con la volatilidad tan extrema” de los últimos meses. “Fueron tan duros los meses anteriores que el dólar sigue generando angustias estos días. Me parece que esa etapa tiene que terminar. Los primeros meses apuntarán a eso y más adelante vendrá la etapa de hacer sintonía fina como, por ejemplo, administrar la parte baja de la banda”, cerró.

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