Un estudio los considera los sectores más proclives a destruir empleo este año. Prevén que la desocupación vuelva a dos dígitos.

El incremento del índice de desempleo durante el segundo trimestre del año, publicado el jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), reflejó una mala noticia, sin dudas, pero que será vista con nostalgia cuando lleguen los datos del resto del año.

Así surge de la mirada de especialistas que remarcan que el alza de la desocupación hasta ahora vino dada por insuficiente creación de puestos de trabajo para el incremento de la gente que se lanzó a buscarlo, y no por destrucción de empleo: ese fenómeno podría empezar a registrarse desde el tercer trimestre del año y hasta 2019, y hay ya sectores que pican en punta, que son los que más se han frenado a partir de la megadevaluación que llevó el dólar a $ 40.

“La crisis económica y financiera que está sufriendo nuestro país tiene consecuencias directas sobre las empresas y sobre el empleo que ellas demandan o descartan.

Se espera, para lo que queda de 2018 y posiblemente hasta entrado 2019, el peor escenario, con algunos despidos y pocos contratos”, señala un documento de la consultora Ghidini Rodil publicado ayer.

Ese trabajo realiza un análisis de los sectores económicos y su situación laboral hacia adelante.

El panorama más complicado asoma, de acuerdo con el documento, para los sectores como la producción de autos, la construcción y la venta de consumo masivo, en un contexto de caída de los patentamientos, parate de la obra pública y pronósticos de cierres y ventas de supermercados y almacenes.

“Dentro del segmento del empleo formal, privado y profesional, el escenario más probable es el de las desvinculaciones selectivas, ya que las perspectivas no son iguales para todas las industrias y perfiles”, detalla el documento.

“Serán más fáciles de descartar aquellos profesionales que no cumplan las expectativas, ejecutivos con un desempeño deficiente o sin resultados pueden estar en peligro a la hora de recortar presupuestos. Los que trabajen en sectores en crisis y en áreas de soporte, que no sean el core business del negocio, estarán bajo la lupa. Más aún si ocupan posiciones de alta remuneración. Un muy buen desempeño y/o alto potencial pueden ser herramientas para defender ese puesto”, añadió el trabajo.

-Dudas:

Claro que, además de los segmentos en riesgo, entran en una faceta de “incertidumbre” muchos otros sectores que incluso podrían tener buenas perspectivas si la economía se estabiliza.

Por caso, el personal para energía, agricultura o tecnología de información ocupa el cuadrante incierto pese a ser sectores pujantes, dado que hasta que las variables no se estabilicen se demoran las contrataciones.

¿Quiénes pueden estar más a resguardo?

“Los que llevan las de ganar son el segmento de IT, ingenieros especialistas en finanzas y enfermería, entre otras profesiones donde la oferta es poca y no llega a satisfacer la demanda del mercado”, indica el trabajo que anticipa una suba otra vez del desempleo hasta llegar a dos dígitos.

-Prevén suba de la pobreza

La tranquilidad no va a ser completa ni mucho menos para el panorama económico. Solo podrán decir que no hay más llamas, porque el dólar está más calmo, pero serán semanas y meses de ir constatando la gravedad de los daños que dejó el terremoto.

No solo con los datos del mercado laboral: esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer los datos del impacto social de la devaluación y la caída del poder adquisitivo de los salarios.

Así, se espera que, según mediciones privadas, se registre un aumento en la medición de la pobreza por ingresos, dado el brusco salto de la canasta básica alimentaria y total que se usan como umbral para la medición.

Mediciones privadas anticipan un salto de la pobreza a cerca del 32%, después de haber bajado al 25%.

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