El ex funcionario atribuyó el temblor cambiario de los últimos días a la “aparente puja” entre el Banco Central y la Jefatura de Gabinete.

El ex ministro de Economía Domingo Cavallo aseguró este lunes que “los dólares que se están yendo son los que nunca debieron entrar” y consideró que “no hay razones para la alarma” frente a la fuerte suba del billete norteamericano que llegó a superar la barrera de los 21 pesos.
El ex funcionario atribuyó el temblor cambiario de los últimos días a la “aparente puja” entre el Banco Central y la Jefatura de Gabinete.
“No hay razones para la alarma. Ni para el gobierno ni para la gente. Todavía es perfectamente posible lograr que se retome la tendencia a la baja de la tasa de inflación sin que se interrumpa el proceso de crecimiento de la economía que, aunque tenue, siempre es mejor que una recesión”, indicó.
En su blog personal, Cavallo hizo una serie de definiciones sobre el estado de la economía, el dólar y la gestión del jefe del Banco Central, Federico Sturzenegger.
El ex ministro durante las presidencias de Carlos Menem y Fernando de la Rúa justificó el uso de reservas para frenar la devaluación.
Al respecto, explicó: “Los sobresaltos cambiarios de la semana pasada se debieron más a la confusión que genera entre los operadores financieros la aparente puja entre el Banco Central y la Jefatura de Gabinete”.
Consideró que el aumento en la tasa de interés por parte del Banco Central puede ser “leída por los mercados como un regreso a la práctica de inducir carry-trade para conseguir entrada de dólares prestados al activo del Banco Central”.
“El gobierno tiene que dejar de hablar de metas cuantitativas de inflación, centrar su esfuerzo en controlar el crecimiento del gasto público primario, en términos nominales, no como porcentaje del PBI”, afirmó.
Y señaló: “los dólares que se están yendo son los que nunca debieron entrar. El gobierno no debe preocuparse en retenerlos y no debe buscar aumentar reservas con dólares del carry-trade”.
“El curso futuro de la inflación va a estar determinado fundamentalmente por el ritmo al que aumente el gasto primario del gobierno en términos nominales, el ritmo al que aumente el precio del dólar y el ritmo al que aumenten los salarios”, sostuvo.
Dijo que “si hay déficit fiscal, habrá sobrevaluación del peso por un período que puede llegar a ser bastante largo. Por consiguiente, se percibirá en la economía un atraso cambiario preocupante para exportadores”.