Así lo aseguró Roberto Garrone, periodista marplatense, en el marco del trabajador de la pesca que fue despedido y arrestado «de manera arbitraria» la semana pasada.
Garrone dijo que «esto le pasó a Jonathan Ávila, filetero de 35 años con cinco hijos»: «Es una planta de procesamiento ubicada en José Hernández 10. Es uno de los tantos atados a la precarización laboral. Jonathan se había tomado una semana de vacaciones y cuando vuelve, Liliana Pineda, la dueña, lo suspende por 20 días. Luego, en proceso de corte de merluza podrida, en medio de una discusión, Jonathan dijo que iba a llamar al gremio y Liliana le dije que se vaya, pero él no abandonó su puesto. Termina viniendo la policía, que no lo entendían y lo sacaron cinco efectivos esposado, hasta que intervino el gremio», informó.
«Se le abrió una causa, fueron a Fiscalía y Defensoría para, luego de varios trámites, Jonathan pudo recuperar su cuchillo y hacer otras changas», exclamó Roberto Garrone. «Ahora, con la asesoría del SOIP, están tratando de llegar a un acuerdo para reconocer sus seis años de labor en negro en este establecimiento», agregó.
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María Laura Lago- Redacción MdpYa.
