Comienza el juicio por jurados
Iago Ávalos tenía 17 años. Junto con un amigo robó dos tazas del auto del ex policía federal José Pérez Buscarolo. Los persiguió más de 20 cuadras y mató al adolescente por la espalda.

“Por favor flaco, llevame al Posadas que me estoy muriendo”, le dijo Iago Ávalos, agonizando, a José Pérez Buscarolo, el subcomisario que le acababa de disparar. “Pendejos de mierda, me cagaron la vida”, le respondió y se fue. Iago murió a los pocos minutos.

Todo comenzó el 12 de mayo de 2017. Iago no había querido ir a la escuela porque llovía y se quedó trabajando en el taller de autos y motos en el que solía ayudar a su papá. Cerca del mediodía, su amigo Nicolás lo invitó a dar unas vueltas en un auto.

En el camino, vieron un auto estacionado en la puerta de una casa. Agarraron dos tazas de las ruedas y se fueron. A las diez cuadras, un auto Logan gris claro los interceptó a toda velocidad. Era el subcomisario José Pérez Buscarolo.

El efectivo se bajó del vehículo, se puso en situación de tiro y empezó a insultarlos. La secuencia ocurrió minutos antes de la una del mediodía, en la esquina del Colegio N° 15 de Hurlingham, horario en el que ingresaban los alumnos del turno tarde.

Nicolás le dijo al efectivo que había sido una picardía y le devolvió las tazas. Los dos chicos, asustados, se fueron en el auto. Pero Buscarolo no quería que se escaparan y los persiguió durante 15 cuadras más.

En el trayecto disparó varias veces contra el vehículo. Un disparo entró por la parte de atrás del vehículo e hirió a Iago por la espalda. Cuando Nicolás se dio cuenta que su compañero estaba herido, frenó el auto y lo bajó para intentar ayudarlo.

El policía comenzó a insultarlos y se negó a llevarlos al hospital. Una vecina vio la secuencia y llamó a la ambulancia, pero Iago murió antes de que llegara. La bala le había dado en el corazón.

Dos años después, Pérez Buscarolo, ex subcomisario de la Policía Federal, comienza a ser juzgado este jueves por un juicio por jurados en los Tribunales de Morón.

El fiscal Mario Ferrario lo imputa de “homicidio agravado por su condición de miembro de la fuerza de seguridad”, delito que tiene una pena máxima de prisión perpetua. Desde el momento del hecho, José Péres Buscarolo estuvo detenido en una comisaría pero en mayo del 2018 fue beneficiado con la prisión domiciliaria.

“Tenemos la esperanza de que se le de perpetua. No hay ningún indicio que pueda probar que se trató de un exceso en la legítima defensa porque ni Iago ni Nicolás estaban armados. Fue gatillo fácil. Buscarolo dice que lo apuntaron desde el auto, pero habrá sido con el dedo, porque no había armas”, explicó a minutouno.com Irina Ávalos, hermana del adolescente asesinado.

B.García Crespo-M1