A horas de que haya terminado la histórica sesión en la Cámara de Senadores, que rechazó el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo que reclamaron millones de mujeres bajo la lluvia, el jefe de Gabinete Marcos Peña enterró rápidamente cualquier posibilidad de que la iniciativa se trate este año. Con el resultado puesto en contra del derecho al aborto legal, seguro y gratuito, Marcos Peña desestimó la posibilidad de llamar a una consulta popular para determinar si se legaliza el aborto y se pronunció a favor de avanzar con políticas que prevengan “embarazos no deseados”.

“No creemos que una consulta popular sea una opción”, admitió Peña en contra de la propuesta del diputado de Cambiemos Daniel Lipovetzky, impulsor de la iniciativa que fue sancionada en la Cámara baja en junio. En esa misma línea, y tal como había resaltado el senador Esteban Bullrich, el jefe de Gabinete no descartó que pueda modificarse la legislación en torno al aborto cuando se traten reformas al Código Penal, que el Ejecutivo presentará el 21 de agosto en el Congreso.

La iniciativa, si solo elimina la pena de prisión para las mujeres, igualmente las dejará en peligro por la clandestinidad de los procedimientos. Además, el acceso a los mismos seguirá dependiendo del poder adquisitivo de quien busque interrumpir su embarazo.

Antes de que comenzara la sesión de ayer en el Senado, y en vistas de que el proyecto iba en camino a ser rechazado y no se podría presentar en ninguna Cámara hasta el año que viene, Lipovetzky deslizó la posibilidad de llevar adelante un plebiscito como el que se realizó en Irlanda este año. Según el parlamentario, hay en la sociedad una “visión dividida sobre la legalización del aborto”. Por eso dijo que podrían intervenir “los mecanismos de democracia directa, como puede ser la consulta popular, prevista por el artículo 40 de la Constitución Nacional”. Hoy Peña lo desestimó.

Con el discurso de la prevención, muchas veces utilizado durante la sesión de ayer para ignorar la realidad de los abortos clandestinos por los que miles de mujeres mueren, el jefe de ministros señaló también que se debe “mejorar el acceso a la salud” y prevenir “la cuestión del embarazo adolescente”. Indicó que hay “legislación vigente” sobre ese tema y se debe “ver cómo se van aplicando estas políticas de salud en las distintas provincias”. “Creemos que esto es parte de lo que surge de los consensos ha habido expresiones de todas las partes en el sentido de prevenir embarazos no deseados”, puntualizó.

Poco antes, el presidente Mauricio Macri se limitó a decir que estaba “muy contento” por el debate y aseguró que uno de los puntos que incluirá en su agenda será “la educación sexual en las escuelas”, un tema antes ignorado por la alianza gobernante, que incluso desfinanció el Programa de Educación Sexual Integral (ESI). “Tenemos un problema de fondo que no va a cambiar con una ley más o una ley menos, y es que tenemos 100 mil chicos que nacen de embarazos adolescentes no deseados” y queremos que “esas chicas tengan la posibilidad de elegir, de planificar su vida”, dijo.
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