El abogado Julio Razona adelantó que pedirá otra rueda de reconocimiento a la Justicia para tratar de avanzar con la identificación de los presuntos homicidas que mataron e hicieron desaparecer al docente de la Facultad de Arquitectura Fernando Lario, cuyo paradero se desconoce desde el 7 de julio de 2012.
Pese al reciente fracaso de una instancia similar esta semana, el letrado le confirmó al portal elmarplatense que insistirá con el pedido a partir de una hipótesis que surge de una investigación que encabezó, en la que se sostiene que los supuestos asesinos del arquitecto serían dos albañiles con los que había tenido un anterior vínculo laboral.
“Tres meses antes de lo que fue su desaparición, él había tenido un problema con dos albañiles que habían robado materiales de construcción. Y Lario, al enterarse, los echó y tuvo una muy mala relación con estas dos personas“, reveló Razona.
Además, el abogado aseguró que las dos sospechosos, que ya están “plenamente identificados e individualizados”, coinciden con las descripciones que aportó en la causa el testigo que el fiscal acusó como “imputado colaborador” y cuyo testimonio fue determinante para modificar la carátula a “homicidio en ocasión de robo”.
“Lo que pedimos al fiscal es que haga un reconocimiento en rueda de personas con los propietarios de las viviendas en las que trabajaba Lario para ver si pueden reconocer físicamente a estas personas como quienes le robaron a él“, explicó, y confió: “Esto cerraría la investigación porque habría un motivo para asesinarlo”.
En este sentido, Razona aclaró que el motivo del homicidio no sólo estaría fundado en la mala relación que existió entre Lario y los albañiles, sino por cuestiones económicas: en la mañana que desapareció, el arquitecto tenía 18 mil pesos para efectivizar el pago de un trabajo.
EL ESTADO DE LA INVESTIGACIÓN
En febrero de este año, el abogado le reveló a El Marplatense que “Lario fue interceptado por tres delincuentes que le robaron, que lo golpearon hasta terminar con su vida y que hicieron desaparecer su cuerpo”.
El letrado que representa a la familia del arquitecto explicó que esta revelación, que pondría fin a la infinidad de hipótesis que se barajaron en la causa, se logró gracias al hallazgo de un testigo que no había sido tenido en cuenta hasta la fecha y que resultó “clave” con su testimonio.
Se trata de un interno que permanece en el centro carcelario, que no tuvo intervención alguna en el presunto homicidio, pero que sí “escuchó una conversación” que le permitió conocer quiénes eran los autores materiales de este hecho.
“Por medio de un tarea de campo que realizamos con los investigadores pudimos dar con esta persona, y logramos convencerla de que rompa con los códigos carcelarios y cuente lo que había pasado: era el testigo principal”, enfatizó Razona, quien ratificó: “Todo esto se lo notificamos al fiscal, y así logramos saber que Lario murió en manos de tres delincuentes que lo golpearon hasta matarlo“.
El abogado dijo que este testigo clave desconocía el lugar donde los delincuentes interceptaron a la víctima pero sí “dónde ocurrieron los hechos”. “El homicidio fue en un lugar alejado al complejo universitario”, aseguró, e indicó: “Los autores materiales están identificados y ninguno de ellos está detenido”.