La ONG Mamás que Ayudan es una iniciativa que comenzó durante la pandemia en Mar del Plata, cuando la necesidad resaltó por muchos lados. Fue en ese contexto que Julieta Fernández Zubeldía decidió comenzar a darle forma a la organización que hoy reúne a casi una veintena de voluntarias que ayudan cada mes a las mamás que más lo necesitan y a sus bebés recién nacidos. “Lo que queremos es que cuando el bebé llegue al mundo, que tenga algo suyo” dijo Julieta en conversación con MdpYa. 

“Somos un grupo de mujeres. La mayoría somos mamás que nos unimos con el objetivo de ayudar a mujeres embarazadas. Brindamos una ayuda muy concreta, que llamamos ‘kit de nacimiento’” presentó la fundadora y presidenta de la ONG. “Hay muchas mujeres que llegan al día del parto y van con lo puesto, no tienen ni siquiera una bombacha para cambiarse”, ilustró.

El kit de nacimiento “fue evolucionando. Hoy incluye un paquete de 50 prendas de bebé de los 0 a los 18-24 meses, un montón de productos de higiene, toallas, sábanas, juguetes, apósitos post parto para la mamá”.

Hace tiempo que desde Mamás que Ayudan dejaron de armar solamente paquete homogéneos. “Tratamos de armar el kit escuchando a la mamá sobre qué necesidades tiene” contó Julieta, en referencia a las particularidades y al contexto familiar en cada caso.

Si bien la cifra varía, hoy Mamás Que Ayudan cuenta con 16 voluntarias. “La mayoría de las mamás que hoy en día ayudamos son las mismas mamás marplatenses que se van enterando de nosotras en el boca en boca y en los grupos de Facebook” comentó. Ese es la principal vía de conocimiento de esta iniciativa: el boca en boca. Mujeres que se van recomendando, pasando contactos, para recibir ayuda, para saber a dónde llevar las donaciones, para hacer algo más para quien lo necesita.

También hay casos que llegan a través del Hospital Materno Infantil: “no es una articulación formal, las chicas de Servicios Sociales se han presentado en varias ocasiones. Cuando tienen algún caso particular, nos lo pasan” dijo Julieta.

El crecimiento de esta iniciativa permitió hacer algo más por las madres que lo necesitan. Se han podido concretar otras actividades, como ferias de intercambio de prendas, donde familias se llevan talles un poquito más grandes y entregan ropa para bebés. Además se desarrollaron charlas sobre puericultura y sobre derecho de familia, brindadas por profesionales de cada área.

 

Cómo es el proceso

El primer contacto se suele dar a través de las redes sociales de la ONG, donde se encuentra el link al número de whatsapp. “En whatsapp hacemos una charla básica, porque no es lo mismo que estés embarazada de 4 semanas que estar embarazada de 20 semanas en adelante, que ya pasó el primer trimestre, se hicieron los controles, seguramente ya se sepa el sexo del bebé y ya sepas si contas con alguna Asignación” del Estado, que pueden pedirse a partir de la semana 12. Julieta Fernández Zubeldía explicó a este medio: “Siempre intentamos, al momento de inscribir a la mamá, de tener una lectura y un panorama general de quién es y en qué condiciones vive para poder ayudarla lo mejor posible”

A partir de la semana 20, comienza el proceso y se solicita un certificado de embarazo: “Es un papel que te da el obstetra y que dice que tal persona está embarazada de tantas semanas con una fecha probable de parto para tal día. Se hace en el momento. Eso nos ayuda a determinar dos cosas: primero, que esa persona esté realmente embarazada, y segundo, la fecha probable de parto. De esa manera, nosotras ordenamos cada caso por mes y así organizamos las entregas. Por ejemplo, nosotras ya sabemos que en noviembre tenemos 17 mamás, y sabemos cuál es el sexo”.

Ese es el requerimiento básico para anotarse: tener un certificado de embarazo: “Nos ha pasado un montón de veces que la persona no estaba embarazada. Nos hemos enterado en el momento o después. Por eso tomamos estas medidas, para evitar que pase”.

Luego de esa instancia, desde la ONG le piden a cada mamá que complete una planilla con información personal, datos de contacto, y sobre la composición del hogar.

Los primero pasos

A Julieta se le acumuló la necesidad de toda una comunidad de un día para el otro. “Siempre las cosas de mi bebé las iba donando. Y me surgía la pregunta de ‘¿a dónde? ¿a la iglesia?’. Entonces, le comenté a la chica que me hacía el nexo para donar pan a un comedor durante la pandemia que tenía ropa de mi bebé para donar. Lo publicó en Facebook y de ahí surgieron como 100 personas desesperadas por esa ropa. Dije ‘wow, hay muchísima necesidad’”.

Ese primer impacto y el contexto nacional, fueron el puntapié inicial para la creación de la ONG Mamás Que Ayudan: “En ese momento ya se había dado de baja el plan Qunita hace años, y muchas personas llegaban sin nada al parto. Entonces pensé por qué no hacer algo similar. Obviamente no iba a ser lo mismo, pero por lo menos que tengan lo básico”.

“La idea original era ponerme a armar 20 ajuares con lo que tuviera y pudiera” recordó Julieta, en un plan que jamás pudo mantener en su formato original. “Lo más complicado era la ropa, entonces empecé a pedir ayuda por las redes, y una vez que pedí ayuda, explotó. Era gente que estaba en mi misma situación: no sabían donde hacer sus donaciones”.

En la actualidad, desde la ONG reciben donaciones de manera constante. Además, lograron sumar la colaboración de dos empresas que les entregan ropa nueva de bebé.

Toda persona puede sumarse desde el grado de compromiso que pueda ofrecer. Desde el boca en boca y la difusión de redes sociales. “Lo único que no aceptamos es donaciones en efectivo, sola aceptamos productos o transferencia bancaria. El único requisito real es que no es compatible ser voluntaria y haber sido o ser beneficiaria de mamás que ayudan, o tener un emprendimiento de venta de cosas usadas de bebés” aclaró la presidenta y fundadora. En cualquier otro caso, las redes sociales de Mamás Que Ayudan están siempre disponibles para recibir más voluntarios. 

El estigma

Se cree que las familias principalmente beneficiadas por la ONG Mamás que Ayudan son mamás con varios hijos. Pero no es el tipo de caso más frecuente. 

“En general son mamás primerizas” comentó Julieta. “O sea, hemos tenido casos de mamás con seis, siete chicos, pero no son la mayoría. De la misma manera que se cree que la mayoría son adolescentes. No. Tenemos de todas las edades. Una vez hicimos el promedio y era de 30 años”.

Al momento, han podido confirmar una sola de este tipo de creencias populares: “Hay muchas mamás solteras, eso si, eso seguro. La mitad eran mamás que estaban sin el apoyo del progenitor. Eso sí está”.