“No parece tener mayor entidad la denuncia”, analizó el juez Alberto Lugones, integrante del Consejo de la Magistratura y de la Comisión de Disciplina y Acusación que deberá estudiar el pedido de remoción que impulsa el Poder Ejecutivo contra el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla, quien investiga una red de espionaje ilegal que podría involucrar a legisladores y funcionarios de Cambiemos.

Lugones resaltó que un “juez puede expresarse libremente”, en referencia a la participación de Ramos Padilla en la Comisión de Libertad de Expresión, y que el Gobierno pone como eje de su acusación falta de “imparcialidad y reserva”, y advirtió sobre el pedido de remoción: “No me gusta que los jueces sean perseguidos porque están investigando”.

Poco antes de que se conocieran las indicaciones del ministro de Justicia, Germán Garavano, para que el consejero en representación del Ejecutivo, Juan Mahíques, avance con el pedido de juicio político, Lugones señaló que espera ver “a qué se refiere cuando hablan de falta de imparcialidad” por parte de Ramos Padilla y apuntó que aunque se estudiará “cómo lo plantea el Ejecutivo, no me quiero adelantar al resultado, me gusta trabajar con tranquilidad. A mí me parece que no da para avanzar con la denuncia”, opinó Lugones en diálogo con FM La Patriada.

En el texto que se conoció esta mañana, Garavano instruye a Mahíques a solicitar la remoción de Padilla por considerar que, durante su presentación del miércoles pasada ante la Comisión de Libertad de Expresión, tuvo una “actuación irregular y violatoria de los deberes de imparcialidad y reserva” y lo acusó de encarar la investigación como “una cuestión política y mediática”.

Lugones señaló que Ramos Padilla fue a la Comisión de Libertad de Expresión por invitación del cuerpo legislativo y expuso “sobre hechos que eran públicos y notorios, porque ya eran conocidos a través de los medios”.

“Si el punto es ese no parece tener mayor entidad la denuncia”, sostuvo durante la entrevista radial. Además, resaltó que “un juez puede expresarse” como cualquier otro ciudadano y que las declaraciones públicas de un magistrado pueden tener un perfil “didáctico para el común de la gente”.

Ante la determinante declaración televisiva del presidente Mauricio Macri, en la que pidió que el Consejo de la Magistratura destituya al juez de Dolores, el consejero explicó que una vez que el pedido ingreso formalmente deberá ser sorteado entre los nueve integrantes de la comisión de disciplina —excluyendo a Mahíques— y advirtió que “algunos pueden sentirse impulsados hacia un resultado” por las expresiones presidenciales.

“No es mi caso porque no entré al Consejo por un partido político sino en representación de los jueces y mi función es garantizarles absoluta independencia”, destacó Lugones y alertó: “No me gusta que los jueces sean perseguidos porque están investigando. Cuando un juez está trabajando, hay que dejarlo. Cuando me preguntaban qué haría con Bonadio, yo decía que hay que dejarlo investigar hasta las últimas consecuencias.”

El análisis de Lugones anticipa la dificultad que encontrará el Poder Ejecutivo en el consejo para materializar su cruzada pública contra Ramos Padilla. En la comisión de Disciplina y Acusación, presidida por el senador Miguel Pichetto, la Casa Rosada cuenta solo con tres votos asegurados, la mitad de los que necesita para emitir dictamen y un tercio de los nueve que tienen poder de decisión.

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