A dos meses de la explosión en la escuela 49 de Moreno, docentes, familias, organizaciones sociales y trabajadores del distrito se movilizaron a la sede de la municipalidad y a la fiscalía para pedir justicia por los docentes fallecidos.

A dos meses de la explosión en la escuela 49 de Moreno, donde murieron la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, docentes, familias y trabajadores del distrito se concentraron esta mañana para marchar primero a la sede de la municipalidad de Moreno, después a la fiscalía que lleva la causa por la explosión, y luego terminar en el Consejo Escolar distrital donde instalaron una olla popular y radio abierta. “Seguimos sin respuestas por parte del Estado y con todas las escuelas del distrito sin clases”, reclamaron los docentes.

La concentración comenzó a las 8:06, minuto exacto en el que el 2 de agosto se produjo la explosión en la escuela primaria por una pérdida de gas que ya había sido denunciada reiteras veces por las autoridades escolares. Docentes, auxiliares, alumnos, estudiantes, organizaciones sociales y sindicatos de Moreno se reunieron junto al monumento de la memoria de la Plaza Fuentealba , en la avenida Libertador y la colectora del Acceso Oeste.

Ayer por mañana, las calles del distrito que vienen siendo el escenario de lucha de la comunidad educativa desde el pasado 2 de agosto se colmaron nuevamente para exigir justicia por los fallecidos y escuelas seguras. La marcha arrancó a las 9, con la comunidad de la escuela 49 y los familiares de Sandra y de Rubén al frente. Sostenían una bandera recordando al auxiliar y la vicedirectora. A un lado de la columna, una larga bandera blanca con el nombre de Rubén. Al otro lado, una con el de Sandra.

A las 10 llegaron a la municipalidad, donde un grupo de directores entregaron un petitorio para exigir que “tanto los culpables jurídicos como los políticos asuman su responsabilidad y se haga justicia”, explicaron desde las organizaciones sociales. Después fueron hacia la fiscalía, que los recibió con las persianas bajas.

La movilización continuó hasta la sede del Consejo Escolar de Moreno donde se instaló una olla popular y una radio abierta. “¡Basta de amenazas! ¡Escuelas seguras!”, pidieron los docentes.

“Hace dos meses que perdimos a dos personas maravillosas, con vocación, como lo eran Sandra y Ruben. La angustia y la tristeza se transformaron en energía y fuerza para seguir luchando por Justicia y que no haya muertes innecesarias”, abrió el discurso una docente de la escuela 49, compañera de los trabajadores fallecidos. Para la maestra, la explosión del 2 de agosto “destapó una gran olla”, la de todas las necesidades de las escuelas, que repercutió en la unidad de maestros, directivos, padres “y todo el pueblo de Moreno”.
p12