Las fuerzas de seguridad intentaron llevarlo a una granja tras una denuncia, pero la gente lo impidió.

En julio del 2020, el carpincho Pancho se hizo conocido en todo el país por su particular historia y se robó la atención de todo el público. Pancho hace 5 años vive con una familia en Santa Fe. Fue criado desde sus primeros días de vida como si fuera un hijo más, siempre en compañía de la nena de la casa, Jorgelina que cuando el animal llegó a la casa tenía apenas 3 años.

Un día, tras radicarse una denuncia anónima, Gendarmería nacional se presentó en la vivienda del barrio White para llevarse al animal a una granja teniendo en cuenta que su tenencia es ilegal pero los vecinos se opusieron de tal modo que se fueron del lugar con las manos vacías.

Pancho toma mate, come facturas y hasta duerme en una habitación de la casa. Como si fuera un perro, se convirtió en la mascota de la casa y su caso dio vueltas el país ya que genera un profundo debate relacionado al derecho de las especies a disfrutar de una vida silvestre.

Por otro lado, distinta parece ser la realidad de los carpinchos que viven en Nordelta, donde gran parte de los vecinos se quejan de la gran cantidad de roedores que tomaron el lugar.

Mientras que en la otra cara de la moneda están aquellas personas que no tienen ningún problema en convivir con el animal. De hecho, La Asociación Vecinal Nordelta (AVN) informó que “está trabajando con la Dirección de Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires, la Municipalidad de Tigre y especialistas del Conicet para buscar una solución a la situación de los carpinchos” para quienes “estamos construyendo espacios de refugio”.

En un comunicado, la AVN, que administra la ciudad de Nordelta, indicó que “la actividad de estos animales creció un 17% sólo en el último año”.

M1