El hashtag se había empezado a agitar desde temprano en las redes sociales. Patricia Bullrich y Juan José Campanella, entre otros, habían pedido que los tres diputados que dejaron el bloque de Juntos Por el Cambio renunciaran a la cámara: #QueDevuelvanSusBancas, reclamaban.

Sin embargo, nadie imaginaba que el mismísimo Presidente de la Nación, Mauricio Macri, se subiría al fastidio generalizado del oficialismo. Con nombre y apellido de los legisladores que decidieron dar un paso al costado, el primer mandatario sentenció: “Lamento la desafortunada decisión de los diputados Ansaloni, Ávila y Carambia de abandonar el bloque luego de formar parte de nuestras listas”, dijo. Y completó: “Esta traición a la confianza de los votantes que los eligieron es opuesta a nuestros valores y a lo que creemos”.

Beatríz Ávila de Tucumán, Pablo Ansaloni de Buenos Aires y Antonio Carambia de Santa Cruz decidieron dejar Juntos por el Cambio para armar su propio interbloque que denominaron Unidad y equidad Federal. Pero en la práctica trabajarían de manera articulada con Sergio Massa, flamante presidente de la Cámara de Diputados, y sus voluntades servirían para que el Frente de Todos se acerque al quórum propio.

Cristian Ritondo, jefe de bloque PRO, ya se había adelantado a las posibles fugas. Aún antes de que se diera el alejamiento de estos tres diputados, había avisado en una entrevista con el diario Clarín que “no hay lugar para Borocotó, para estafar el voto”. Su advertencia no surtió efecto. Cuando se enteró que se había dado el salto que puede perjudicar en gran medida los intereses de Juntos por el Cambio en la Cámara baja, explotó en su cuenta de twitter.