“Yo sé cómo voy a pasar a la historia, pero no sé cómo ellos van a pasar si como jueces o como torturadores.” La advertencia provino del ex presidente Lula Da Silva, el candidato presidencial con mayor intención de votos en las elecciones de octubre pasado, al cumplirse 300 días de su detención en el penal de Curitiba. La fecha coincidió con el cierre de la presentación de las nominaciones para el Nobel de la Paz, para el cual Lula fue presentado por el argentino Adolfo Pérez Esquivel, quien reunió 500 mil firmas de personalidades de todo el mundo para respaldar la candidatura.

“Ya son 300 días desde que me detuvieron para impedir que el pueblo eligiese presidente”, subrayó Lula desde su cuenta oficial de Twitter un día antes de que Jair Bolsonaro cumpliera su primer mes de mandato. Lula fue condenado con la única prueba de la declaración premiada de uno de los acusados del Lava Jato. Según la sentencia impuesta por el ex juez de primera instancia Sergio Moro, el líder del PT había recibido como soborno un departamento que nunca pudo comprobarse que fuera de Lula, y que la misma empresa constructora que se lo habría ofrecido luego lo presentó como garantía en un proceso judicial.

“Hace 300 días me convertía en rehén de un Estado de excepción. Preso político, condenado por ‘actos indetermindados’, víctima del aislamiento de la Constitución, que es atropellada diariamente para mantenerme en presión”, resumió el texto publicado en Facebook por el ex mandatario, quien denunció que “Mientras tanto, el país registra la trayectoria del ahora ex juez Sérgio Moro, premiado por el segundo en las encuestas (en referencia al actual presidente Bolsonaro) con un cargo desde el cual puede oficialmente hacer política”.

El mismo día en que Lula recibía mensajes por sus 300 días en prisión, venció la presentación de las candidaturas para el Nobel de La Paz, en cuya lista figura el brasileño por pedido de Pérez Esquivel, uno de los primeros dirigentes latinoamericanos en visitar al ex presidente en la cárcel de Curitiba.

La postulación fue respaldada por diferentes figuras internacionales, entre ellas los sociólogos Jean Ziegler y Éric Fassin; la activista Angela Davis, el actor Danny Glover y el lingüista Noam Chomsky. El martes pasado se sumó a la campaña el diario francés L’Humanite, que publicó al ex presidente brasileño en tapa con el título: “¡El Nobel de la Paz para Lula!”.

El diario francés recordó que de acuerdo con las cifras del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), durante la gestión de Lula (2003 – 2010), la pobreza se redujo un 50,6 por ciento. En marzo se conocerá la “lista corta” de los cinco candidatos seleccionados y en septiembre, el Comité Noruego del Nobel, nombrará al ganador.

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