Los bonos en dólares bajo legislación extranjera mostraron ganancias en seis meses de más del 84%, alentados por un mejor panorama local y un clima externo más ameno para los mercados emergentes.

Desde finales de julio del año pasado, el bono Global 2029, el de vencimiento a más corto plazo y uno de los mencionados por el ministro Sergio Massa como blanco de las compras que hará el Banco Central por cuenta del Tesoro, saltó más de 77%, pasando de US$ 19,41 dólares a US$ 34,5; mientras que el Global 2030, otro de los mencionados, incrementó su cotización de US$ 19,35 a valer hoy US$ 35,70 (+84%).

Todos los tramos de los títulos en dólares de los Globales -los regidos por los tribunales de Nueva York- mostraron importantes incrementos desde el 22 julio del año pasado a hoy.

El Global 2035 subió un 69%, el Global 2038 acompañó con un avance de casi 53%, mientras que el Global 41 aumentó su valor en los últimos seis meses un 45%, y el Global 46 ganó un 70%.

Consultado por Télam por el incremento que está mostrando la deuda soberana en moneda dura, Santiago López Alfaro, presidente de Patente Valores, señaló que hay dos razones: “las externas y las internas”.

“Los bonos high yield o de mercados emergentes, subieron en los últimos seis meses cerca de un 20% o 25% porque se estabilizó la tasa larga en el mundo e inclusive bajó. Eso permitió que los bonos que sufrieron mucho la suba de tasas se hayan recuperado”, explicó López Alfaro.

Para el economista, los bonos argentinos subieron aún más que sus pares emergentes “porque tienen una veta mayor, es decir, un mayor riesgo. Al estar más tranquila la plaza local producto de las buenas licitaciones, la estabilidad del dólar también ayudó a impulsar el precio”.

Por su parte, Diego Martínez Burzaco, jefe de Research de Inviú, explicó que la razón del rally fueron compras de oportunidad, con bonos cotizando a paridades muy por debajo de lo que de lo que debería ser, “aun considerando todos los riesgos de una situación para la Argentina”.

“Esto también estuvo complementado por la ortodoxia económica que aplicó Massa desde su desembarco, sobre todo en cuanto a lo que es ralentizar un poco el ritmo del gasto primario, que viene bajando cinco meses consecutivos en términos reales. Eso acomodó un poco las cuentas y permitió cumplir con el acuerdo con el Fondo”, precisó.

Para Martínez Burzaco, los bonos habían arrancado muy mal el año 2022 y estuvieron en su nivel más bajo en el momento en que salió el exministro Guzmán.

Recuperaron fuerte ahora, pero están en el mismo nivel que diciembre del 2021.

En la misma línea, Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero, dijo a Télam que, desde la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, los bonos soberanos en dólares “han tenido una recuperación extraordinaria”.

“A medida que se van desvaneciendo las fuentes de preocupación locales, pero también se desactivan las preocupaciones globales respecto de tasas de la FED, el mercado empieza a ver que los bonos soberanos estaban sobrecastigados, y permite que se desate un rally de esta magnitud”.

Casabal señaló que la expectativa de un año de elecciones, donde crecen las posibilidades de que haya dos candidatos moderados liderando la oferta política, tiene un impacto muy positivo en todos los activos financieros locales y “el último anuncio de recompra de bonos en dólares hecho por el ministro potencia esta suba, mostrando que el lado negativo es todavía menor”.

Por último, en un informe del Grupo IEB señalaron que el rally tiene una explicación “política” al transformarse el ministro Sergio Massa como el principal referente del oficialismo de cara a las PASO previas a las elecciones presidenciales de 2023.

“Esta situación se vio complementada con algunos hechos positivos para la economía argentina: un exitoso canje de deuda en pesos -que despeja las dudas hasta marzo-, el cumplimiento de las metas con el FMI y la entrada en vigencia del acuerdo de libre disponibilidad de cerca de US$ 5.000 millones del swap con China”, precisaron desde IEB.

Para la Alyc, este escenario baja el riesgo de los activos argentinos, lo que abre la posibilidad de un potencial al alza mayor tanto para los bonos soberanos y da un par de meses para un veranito de “carry trade”.