Así lo aseguró Gustavo Casciotti, titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APyME), en el marco del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dictado por el Gobierno Nacional para evitar la propagación del COVID-19. «Se debe principalmente por los nuevos hábitos de consumo, la gente no se desplaza a los supermercados buscando precios, sino que resuelve en lo que tiene más cerca», afirmó.
«El negocio de barrio ha podido hacer una diferencia. Según las referencias de nuestros asociados, están vendiendo más, salvo aquellos que están emplazados geográficamente en lugares donde dependían del funcionamiento de otro establecimientos, como escuelas; han mantenido y hasta bajado sus ventas porque no se pueden nutrir del pública que habitualmente transitaba por ese lugar, incluso tienen horarios reducidos o directamente cerraron», informó.
Aún así, Casciotti insiste que, en términos generales, ha habido una mejoría en la facturación por las opciones que eligen actualmente los vecinos y vecinas. «A futuro, va a implicar un cambio de hábito porque ese cliente empieza a comprobar que el negocio de cercanía tiene sus precios más acomodados de lo que pensaba y que tiene un vínculo personal que lo diferencia del resto de los mercados», agregó.
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María Laura Lago- Redacción MdpYa.