El Banco Central y la CNV emitieron una advertencia sobre las criptomonedas, en momentos en que ese mercado está particularmente convulsionado. Al respecto sostuvieron que “si bien los criptoactivos actualmente no evidencian niveles significativos de aceptación y utilización en Argentina, la velocidad de los desarrollos y el creciente interés en ellos hacen necesario la adopción de una actitud precautoria frente a los mismos”. Además, señaló que no son de curso legal.

El objetivo del comunicado es “alertar sobre eventuales implicancias y riesgos que los criptoactivos pueden acarrear, así como recomendar una actitud prudente a fin de mitigar una eventual fuente de vulnerabilidad para los usuarios e inversores”.

Las entidades advierten que “los criptoactivos pueden definirse como una representación digital de valor o de derechos que se transfieren y almacenan electrónicamente mediante la Tecnología de Registro Distribuido (Distributed Ledger Technology, DLT) u otra tecnología similar. Si bien estas tecnologías podrían contribuir a promover una mayor eficiencia e innovación financiera, los criptoactivos no son dinero de curso legal”.

Las recomendaciones de la CNV y el Banco Central

No son dinero de curso legal. Los criptoactivos no son emitidos ni respaldados por un banco central o autoridad gubernamental y no cumplen con las condiciones necesarias para ser considerados dinero de curso legal o título negociable. Como resultado, su aceptación como medio de cancelación de deudas o para realizar pagos en la economía no es obligatoria.

Elevada volatilidad. Se observa que las cotizaciones de los criptoactivos pueden fluctuar significativamente en cortos períodos de tiempo, lo cual puede dar lugar a importantes pérdidas financieras para sus tenedores, incluyendo la posibilidad de perder la totalidad de los recursos invertidos. Incluso los denominados criptoactivos “estables” (stablecoins), que mantienen su valor con respecto a otro activo muestran generalmente altos niveles de volatilidad. El valor de los criptoactivos depende de su grado de aceptación.

Disrupciones operacionales y ciberataques. Las plataformas de intercambio, negociación y custodia de criptoactivos podrían enfrentar disrupciones operacionales. Estas plataformas pueden ser objeto de ciberataques que impliquen la pérdida o robo de las claves de acceso de las personas usuarias, lo cual podría suponer la pérdida de los criptoactivos.

Ausencia de salvaguardas. Los saldos registrados en billeteras virtuales de criptoactivos no cuentan con seguro de depósito ni con las salvaguardas que la regulación vigente provee a las personas usuarias de servicios financieros. En la actualidad no existen en Argentina criptoactivos ni tokens cuya adquisición o tenencia puedan beneficiarse de ninguna de las garantías previstas por la normativa para los servicios bancarios o de inversión.

Fraude, información incompleta y falta de transparencia. La información provista por los proveedores de servicios de criptoactivos puede ser compleja o incompleta y no revelar adecuadamente los riesgos que enfrentan las personas usuarias e inversoras.

Riesgos de lavado de activos y financiamiento del terrorismo y potencial incumplimiento a la normativa cambiaria. Por su fácil acceso, su alcance global y la limitada capacidad que existe para su monitoreo y análisis, es necesario alertar sobre los potenciales riesgos asociados al incumplimiento de los estándares internacionales en materia de prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo.

Carácter transfronterizo de las operaciones. En algunos casos, los distintos actores implicados en las operaciones con criptoactivos no se encuentran establecidos en Argentina, por lo que un eventual conflicto podría quedar fuera del ámbito de competencia de los tribunales y de las autoridades argentinas.

¿Por qué las criptomonedas no son monedas de curso legal?

La madre de las criptomonedas es el bitcoin, una moneda digital creada en 2008, por un usuario que se denomino Satoshi Nakamoto. Esta moneda está respaldada por el sistema blockchain, cadena de bloques, que se trata de un código abierto que contabiliza las transacciones y las agrupa en bloques que al cerrarse genera nuevos bitcoins. Su emisión está predefinida y terminará en el 2140.

Este sistema es descentralizado y validado por cientos de miles de computadoras a lo largo del mundo. No hay banco central que las emita por eso no es considerada una moneda de curso legal.

También están otras monedas como ethereum, segunda en capitalización del mercado, y otras altcoins entre las que se encuentran las shitcoins que son monedas sin proyectos serios de fondo.