Ayer, en últimas horas de la noche se informó oficialmente que el último contagiado que tuvimos en Mar del Plata, se trataba de un policía de 52 años que se desempeña en el destacamento Norte de Camet.

Lo cierto es que con rapidez se comunicó que:

“Finalmente, cerca de las 22 se confirmó que el hisopado que se le practicó dio positivo de coronavirus. A partir de esta situación los responsables de la fuerza, en conjunto con las autoridades sanitarias, comenzaron a trabajar sobre los contactos estrechos del hombre para aislarlos y evitar que el virus se propague. Según explicaron fuentes extraoficiales a este medio el hombre trabaja siempre con los mismos compañeros y aclararon que tiene “nulo contacto” con otros efectivos durante los relevos.

Su compañera de móvil ya fue aislada en uno de los hoteles que utiliza el municipio”, agregaron y ya identificaron a dos policías y dos motoristas que tuvieron contacto con el efectivo horas ante de que salga del servicio”

Cuando terminamos de leer los párrafos anteriores en los diversos medios, el mensaje es “Está todo controlado” Es la primera sensación que siente o percibe el lector al recibir el texto.

Y la persona infectada tiene una NO historia para contar. O si se quiere, una historia que no se cuenta.

Como ser humano, además de su ámbito laboral, con certeza podemos afirmar que:

  • El policía se higieniza, por lo tanto entró a comercios y compró insumos.
  • Camino a tomar servicio, o al regreso del mismo, si lo hacía por Avenida Tejedor en algún momento debe haber realizado compras de alimentos en algunos de los negocios de la zona.
  • Si procedía de la zona oeste, la arteria utilizada seguramente para hacerse de insumos fue Fray Luis Beltrán.
  • Algún familiar, ser querido, pareja debe convivir con él en una casa, ya que entendemos debe tener un hogar constituido. De no ser así, tiene vecinos.
  • Para ir y volver del trabajo, existe la posibilidad que en algún momento tomara un colectivo. Si utiliza un vehículo propio, debe necesitar cargar combustible, insumos del mismo y demás situaciones inherentes al mantenimiento de un auto.
  • Tuvo contacto con vecinos, amigas, parientes tampoco participó en ningún operativo en donde no tocó a ninguna persona.
  • Compartió una mesa a la hora de almorzar o cenar con compañeros y compañeras de trabajo o ser querido.
  •  Es muy probable que haya utilizado equipamiento comunicacional, tocando y usando radios, celulares, apretando botones en patrulleros o en el puesto de trabajo.
  • La ropa suele mantener al virus por más tiempo. Imaginamos que alguien le lavó las prendas al policía…

 

Por último, si en el informe se trató de generar el efecto de “Está todo controlado”, también surge otro mensaje que está subyacente: “No hay circulación comunitaria del virus”.

Hasta ahora todos los informes provienen los casos de gente que regresó de un viaje, personal de clínicas que se infectan entre sí pero nunca a un familiar con el que conviven en los mismos hogares, médicos provenientes de otras localidades…¿Y ahora?

Pasaron cerca de 11 horas desde el momento que dieron la información y todos la replicamos. Antes de esto tomaron conocimiento, aislaron a compañeras y compañeros de trabajo, luego informaron.

¿Terminó todo ahí?

Entendemos que, viendo como se propaga el virus en todas las ciudades de nuestro país no podemos ser Disneylandia, en donde nunca aparecen los síntomas y contagiados como en el resto de los lugares de nuestro territorio.

Por último, son más las dudas que certezas que deja la forma de informar el área de salud. Pareciera que no está todo controlado y es probable, por lo sucedido y que sucede en todas las ciudades que se le hace un seguimiento, haya circulación comunitaria del virus.

No es muy difícil llegar a esta conclusión. Pasa en todos lados…¿Porqué en nuestro municipio no?

Informando bien se logra darle certezas a la población. Dando recortes sesgados, se acrecientan las dudas.

Redacción mdpYa