La Corte Suprema de Justicia se expidió en favor de la competencia del fuero laboral para definir el futuro de la organización gremial. Sin embargo el juez federal Ernesto Kreplak dispuso todo para entregárselo al barrionuevista Adrián De Marco hoy.

El futuro del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme), organización sindical que comandó hasta caer en prisión el sindicalista empresario Marcelo Balcedo, sigue siendo incierto. Es que a pesar de que ya pasaron dos años de la medida judicial, todavía no queda claro cuál será el camino para que vuelva a manos de sus afiliados.

Hace apenas algunas horas la Corte Suprema de Justicia de la Nación se expidió en favor de la competencia del fuero laboral para definir el futuro de la organización gremial. Sin embargo el juez federal Ernesto Kreplak dispuso la asunción de las nuevas autoridades en cabeza de, Adrián De Marco.

La resolución de Kreplak, desconociendo lo decidido por la Corte que ratificó lo actuado por la jueza del fuero Laboral, Analía Vigano, y declaró la incompetencia de su par platense, llamó la atención de varios conocedores del paño. También el apuro por entregar un gremio cuya fecha era más adelante.

Vigano había considerado que el juez platense no era competente para tomar determinaciones sobre la vida institucional de Soeme, a pesar de lo cual el proceso se desarrolló en los plazos previstos para renovar las autoridades. En ese proceso se impuso De Marco, sin listas opositoras. Se trata de un hombre con varias terminales pero que terminó por volcarse al barrionuevismo.

El acercamiento al gastronómico no llamó la atención en el microclima sindical. Es que no es la primera vez que ese espacio, con un reconocido y nutrido vínculo con la justicia, utiliza el fuero federal para apropiarse de una organización sindical y pisotea la competencia laboral.

El otro dato curioso de lo resuelto por Kreplak es la designación de un hombre de su confianza (y al de Barrionuevo), el contador Arturo Rodríguez, como veedor judicial de una organización que hipotéticamente quedaría en manos de sus afiliados. Algunos apuntan a una especie de doble comando entre estos últimos y De Marco, que les asegure el manejo de la caja del gremio y de la obra social.