Nota realizada por el Observatorio de femicidios de la Multisectorial de la Mujer.

Este informe abarca el periodo comprendido entre el 1/5/2022 al 31/8 /2022 con 41 femicidios y 6 femicidios vinculados.

Los asesinatos de mujeres a manos de varones por el solo hecho de ser mujeres no han dejado de ocurrir, todo lo contrario, tenemos la preocupación de la alarmante cantidad no sólo femicidios sino también el aumento del número casos de VG. Con respecto a los femicidios podemos decir que esas cifras, esos fríos números, esconden historias de vida de muchos años de sufrimiento, que culminaron en el triste desenlace de una nueva víctima más. En cuanto al aumento de casos vemos que en numerosas ocasiones no recibieron respuesta ni atención, sino destrato, casi permanente, de la Justicia y de los diferentes estamentos del Estado. Que debería ser garante de los derechos humanos y cuidado de las víctimas y claramente no lo es.

Solo por dar algunos ejemplos de la desidia a la que nos referimos, en nuestra ciudad han ocurrido algunos hechos que grafican la situación que venimos planteando.

En el mes de Mayo: un agresor incendió la casa de su ex pareja violando el arresto domiciliario. En otro caso otro agresor cortó la tobillera electrónica de su ex mujer. En la misma noche otra víctima sufrió el robó de las llaves de su casa por parte de su ex, aprovechando que ella hacía la denuncia en la comisaría, al regresar la retuvo 3 hs mientras la amenazaba de muerte

En junio: Un hombre golpeó y robó a una mujer en la vía pública en el barrio Zacagnini.

En Julio: Una niña de 13 años ingresa a la terapia intensiva del Materno Infantil por una violación cuya violencia es atroz, presumiblemente intervinieron en la misma más de un agresor, aún se investiga el caso ocurrido en el barrio Nuevo Golf. Por otro lado, un hombre, en el barrio Virgen de Lujan, violó la restricción de acercamiento, ingresando a la casa de su ex pareja.

En Agosto: Travesticidio de “La Pancha Quebracho” hallada sin vida en una casa de Alto Camet.

Estos hechos, cuyo registro seguramente es parcial, ya que muchos no son siquiera denunciados, nos muestran el grado de aumento de VG también en la vía pública. Lo que evidencia la impunidad y el poder con él que actúan los agresores y como mencionamos más arriba, la desidia hacia las victimas por parte de los poderes públicos, dado que las mismas deben declarar una y otra vez, incluso a veces frente al propio agresor revictimizándolas, archivando las causas y estigmatizándolas en numerosas

ocasiones con la sospecha que detrás de un varón que lastima, ataca o mata a una mujer puede haber “una despechada o loca que lo provocó “

Nos preguntamos: ¿Son prevenibles los femicidios? Absolutamente SI, mediante decisiones políticas inmediatas y eficaces, es decir, políticas públicas efectivas. Pero se convierten en cáscara vacía si no van acompañadas de un presupuesto acorde y necesario que en lo inmediato les cambiaría la vida a las mujeres. Con el compromiso de prevenir, evitar; de no llegar tarde. Coordinando entre los diferentes poderes del Estado que tienen incumbencia en el tema. Intervenir sin demoras, ni trabas burocráticas. En forma eficaz y rápida ya que una vez consumado, el femicidio muestra el fracaso de la política de prevención y por, sobre todo, porque ya no se puede devolver la vida a la víctima.

Algunos datos de la 1° encuesta de Prevalencia de la violencia contra las mujeres realizada en Argentina: casi el 50% de las mujeres que tiene o tuvo pareja atravesó VG, sólo el 21% hizo la denuncia. De las que vivieron violencia física, el 49% no pidió ayuda y el 17% vivió abuso sexual.

Por otra parte venimos observando el aumento de femicidios en Adultas Mayores, tiene relación con la discriminación que sufren basado en los patrones culturales y sociales que permiten que los estereotipos y las desigualdades de género se profundicen agravando aún más su situación de vulnerabilidad , debemos tener en cuenta que fueron formadas en otra época y tienen muy arraigada la cultura machista que no les permite detectar la violencia y poder buscar ayuda tempranamente, viviendo situaciones de destrato, abandono, maltratos por lo cual está problemática debe ser abordada con un enfoque particular.

Se vuelve más necesario que nunca que el Estado se haga cargo de la aplicación plena de la Ley ESI para poder trabajar en desarmar la violencia de género desde la primera infancia, para que los niños desaprendan esos mandatos que se les señalan desde pequeños respecto a las mujeres como objetos y propiedad, como así también la aplicación efectiva de la ley Micaela.

Los varones deben empezar a cuestionar sus prácticas violentas, la complicidad machista se cuela cotidianamente si los varones tampoco toman en sus manos un verdadero cuestionamiento de sus prácticas.

Hay masculinidades tóxicas, pero debemos decir que la mayoría de los varones no violan, no pegan y no matan.

La bronca y hasta la impotencia es grande, pero igual de grande es la potencia del movimiento de Mujeres y Diversidad que no frena, no calla y sale a luchar ante cada injusticia.

“SI TOCAN A UNA NOS TOCAN A TODAS”