Un perro fue atropellado anoche en la ruta 22 a la altura de Jumbo y el automovilista que protagonizó el choque se escapó sin socorrerlo. El animal quedó tendido en el asfalto y varias personas frenaron para ayudarlo, y aunque este no se salvó, reclaman “responsabilidad y humanidad” al volante.
El accidente ocurrió el jueves alrededor de las 22 en la esquina de ruta 22 y Chaco, sobre la mano que va hacia el centro de la ciudad. Mercedes Noblega, una mujer que venía detrás le contó a LM Neuquén que frenó de golpe cuando alcanzó a ver el perro en el piso.
“Una chica que iba caminando paró para ayudarlo y fue la que me hizo señas para que frenara. Ella alcanzó a ver que fue una camioneta la que lo atropelló y escapó sin importarle nada”, describió la mujer aún conmovida por la situación.
En esos minutos fueron varias las personas que se detuvieron para auxiliar al perro. Una de ellas era una socorrista de animales y alcanzó a llevarlo a una veterinaria.
“Yo quedé en contacto con ellas para poder ayudar en todo lo que se pueda, pero más tarde me avisaron que el perrito no resistió. Ya en la ruta habíamos visto que sangraba en la boca lo que no era un buen indicio”, describió.
Mercedes compartió su dolor y su angustia ya que consideró que con solo manejar a menos velocidad se pueden evitar este tipo de accidentes que son reiterados sobre la ruta 22.
“Lo que más me duele es ver que sufran, estuvo un largo rato el animal sobre la ruta”, se lamentó la mujer, quien además reclamó: “Hay que humanizarse y hacerse cargo de la situación y no escaparte de esa manera”. «Pudimos hacerle unos mimos mientras él agonizaba y nosotros esperábamos ayuda. Pero bueno, cuando conseguimos asistencia ya fue demasiado tarde y no lo resistió. Yo creo que no podes chocar de semejante manera a un perro e irte como si nada, hay que transitar a una velocidad razonable para también ir viendo si no se cruza un animal», insistió la mujer.
Las personas que ayudaron al animal publicaron fotos de él en redes sociales para ver si se daba con su familia. Y minutos más tarde constataron que sí tenía familia, que vivía en el barrio militar y que se había escapado. Las rescatistas lo resguardaron hasta que su familia pasó a buscarlo para poder enterrarlo.
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