Después de más de 3 años del allanamiento que permitió desbaratar la organización de la secta, ayer comenzó el juicio contra el grupo que acogió a más de 30 víctimas atravesadas por situaciones de vulnerabilidad, para reducirlas a la servidumbre y explotarlas económica, sexual y laboralmente.

En el 2018 se realizaron los allanamientos que permitieron desbaratar a una siniestra organización que funcionó en el Hotel City. Ayer comenzó el juicio contra los cuatro acusados en el marco de la causa que investigó una secta que, a través de un mensaje religioso y basado en la filosofía hindú, captó al menos a 33 víctimas para luego reducirlas a la servidumbre y explotarlas económica, sexual y laboralmente.

El pedido de elevar a juicio a los acusados de formar una secta que explotaba a sus fieles bajo la pantalla de un ministerio de yoga fue realizado por el fiscal general Daniel Adler -a cargo interinamente de la Fiscalía N°2- quien también solicitó ante el juez Santiago Inchausti que se mantengan cautelados cinco inmuebles -entre ellos el hotel céntrico ubicado en Diagonal Alberdi al 2500-, varios terrenos, cuatro vehículos y el dinero secuestrado, para garantizar la reparación de las víctimas.

“Este lunes da inicio el juicio oral y público de la causa caratulada ‘Nicosia y otros’. Se trata de un juicio sobre trata de personas y abuso sexual entre otros delitos. Los imputados, sin perjuicio de que el líder de esta organización falleció, estarán siendo sometidos a este proceso y en el día de la fecha se estará dando lectura a la teoría del caso, tanto de este ministerio público como de la parte querellante”, manifestó el auxiliar fiscal Carlos Fioriti, en declaraciones a El Marplatense.

Al ser consultado sobre si la muerte del líder de la organización cambia algún aspecto de la causa, Fioriti sostuvo que “de ninguna manera. No modifica el proceso habitual de este juicio. De hecho una de las imputadas es su señora Silvia Capossiello , quien también está acusada por este ministerio público, en haber participado en la trata de personas en la que estaba involucrada la organización desde el año 70 hasta el año 2018, donde se produjo un proceso de captación de víctimas en situación de vulnerabilidad, con el pretexto de enseñarles yoga”.