Debido al fuerte deterioro en el poder de compra, el consumo en los hipermercados y sus variantes “express” se derrumbó en 2019. La consecuencia más salvaje de la caída en las ventas es el despido de más de 1.500 empleados en las cadenas nacionales y provinciales desde el 1 de enero.

Así lo revelaron a BAENegocios fuentes de varias empresas nucleadas en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), donde se concentran las compañías dominantes en el mercado. “Estamos hablando de una cifra que oscila entre 1.500 y 2.000 empleos perdidos en este año, si se toma bajo análisis toda la Argentina”, afirmaron las fuentes al diario económico.

El deterioro laboral es la consecuencia lógica de más de doce meses de caída en las ventas.

Las compras en los grandes comercios registraron una merma nuevamente de la mano de la pérdida del salario frente a la inflación, que golpea notablemente el poder de compra, y las decisiones de las familias a la hora de distribuir el gasto mensual.

En el caso de las grandes cadenas, además recibieron la noticia de que las alimenticias acortaron los plazos de pago de 30 a 15 días, en virtud de la tremenda crisis económica y financiera que azota el mercado interno.

“En los supermercados no esperamos mayores cambios. Sobre el comportamiento del consumidor, se repite la variante de los meses previos, ya que la gente compra en cantidades reducidas, aunque venga varias veces en el mes. Además, compra cada vez más segundas marcas y marcas propias”, manifestaron desde las compañías.

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