Mucho se habló sobre la modificación del Régimen Federal de Pesca, pero, ¿cómo afectaría esta medida a la industria naval? Nos comunicamos con Domingo Contessi, el presidente del astillero Contessi, para evaluar una industria que tiene fábricas, conglomerados industriales, barcos, gran cantidad de trabajadores, que es generadora de productos elaborados que uno ve en góndolas o que se envían a mercados internacionales, para conocer en detalle la opinión de un especialista.

En Mar del Plata la industria pesquera tiene historia. Somos una ciudad con Puerto que concentra diversos astilleros y mucha producción. “Es una industria extremadamente competitiva”, aseguró Contessi ante el micrófono de MdpYa, y detalló que la modificación del Régimen de Pesca podría poner en riesgo un sector que contiene a miles de trabajadores.

“Desde la Cámara de la Industria Naval de Mar del Plata fuimos los primeros en salir en apoyo al sector pesquero cuando se conoció este proyecto de ley, porque entendemos que los primeros afectados somos nosotros. La industria naval vive de las expectativas porque es una industria a largo plazo, la negociación y la contratación de un buque lleva mucho tiempo y se planifica con uno o dos años de anticipación, y después también la propia construcción del barco lleva tiempo, entonces lo que hace este proyecto de ley es agregar una gran incertidumbre jurídica, una gran indefinición, que afecta a futuras contrataciones”, aseguró el referente.

Sobre el panorama actual, explicó que el mercado está “frío”, en un contexto en el que había buenas expectativas por dos motivos: “en la plataforma de La Libertad Avanza se había mencionado a la industria naval como un sector a expandir, por eso teníamos mucha confianza en que iba a haber una buena mirada al sector, segundo porque al recuperar competitividad cambiaría, la pesca que es un sector netamente exportador, teníamos expectativas de que recuperaran rentabilidad nuestros clientes y que se volviera a reactivar el proceso de renovación de la flota que, sinceramente, se había ralentizado en los últimos dos años como producto de la perdida de competitividad de la pesca y del atraso cambiario.

  • Contessi señaló que en el proyecto de la Ley Ómnibus, que incluye la modificación del Régimen Federal de Pesca, hay cuestiones “absurdas” como la no obligatoriedad de descargar en puertos nacionales y la no obligatoriedad de usar tripulación argentina. Además, apuntó contra puntos “erróneos, como la introducción de licitaciones internacionales.”

“Suponemos que quien la ideó cree que esto permitirá mayor recaudación y transparencia, pero es todo lo contrario. Primero, el sector viene de 3 años con la lengua afuera y así y todo aporta un montón de dinero en materia de derechos de exportación que hoy se los quiere triplicar en materia de cargas sociales, aportes patronales, cánones de extracción pesquera que se pagan, en fin, es un disparate. Yo creo que deben haber sido muy pocas las empresas pesqueras que en los últimos dos años han ganado plata”, explicó.

El referente destacó que no hay lógica en licitar la materia prima de un entramado industrial existente que emplea 46 mil personas por dos motivos: “si PYMES o empresas medianas, grandes o chicas no logran acceder a cuotas pueden cerrar o despedir a personal, es un impacto que no se tiene en cuenta, y segundo, Argentina está en su máximo rendimiento y no permite nuevos operadores, esto nos duele a nosotros que somos la industria naval, nos encantaría construir más barcos, pero lamentablemente no lo podemos hacer, hacemos barcos en sustitución de otros, al cual se le transfiere el permiso de pesca.”

“Agregar un sistema de licitación de cuotas sin antes expropiar a las empresas existentes e indemnizar al personal es sobreexplotación segura, es litigiosidad segura, es conflicto social seguro. Porque no están todas las especies cuotificadas, sino solo 5. Si entran nuevos jugadores a captar esas especies, con el agravante de que pueden descargar en puerto extranjero, se está renunciando al control. Hay una sobreexplotación segura, pero aun cuando cumplieran con las normas de control, que tuvieran que descargar en puertos nacionales los actuales jugadores van a intentar salvarse pescando las especies que no están cuotificadas, y como son demasiados barcos vamos a sobreexplotar el langostino, el variado costero, los demersales y las pelágicas, es algo muy grave”, señaló.

Astillero Contessi

¿Qué implica esta medida?

El presidente del astillero Contessi apuntó a que “nada impide que cualquier empresa de capital extranjero, fondo de inversión multinacional o incluso un estado extranjero compre una empresa Argentina o su razón social y se presente a la licitación, porque sería una empresa nacional aunque esté apoyada por un estado extranjero. Hay riesgo de extranjerizar aun mas nuestros recursos pesqueros, de destruir industrias y de dejar gente en la calle, de destruir algo que hoy funciona bien”.

“En la pesca seguro hay muchísimas cosas para mejorar, fíjate que cada vez que construimos un barco nuevo y queremos salir a pescar hay ciento catorce trámites distintos que cumplir, eso se puede mejorar, simplificar y desregular, pero nada de eso pasa por la Ley Federal de Pesca. La ley puede ser un buen instrumento que logró ajustar a un sector luego de la sobreexplotación que tuvimos en los 90 como consecuencia indiscriminada de buques, también es un instrumento que ha servido para pacificar a la industria, hoy no hay conflictos entre Nación y Provincia porque se resuelve en el Consejo Federal Pesquero. Nos costó mucho implementar esta ley, se sancionó en el 97, se aprobó en el 98 y recién en 2009 se empezaron a otorgar las cuotas, ese fue un gran esfuerzo que se hizo y la crisis que pasó el sector pesquero argentino no puede borrarse con el codo, sería muy grave”

“Bonus track”

Históricamente, los permisos de pesca en Argentina eran irrestrictos y perennes, básicamente, era un derecho de explotación que se tenía sobre un caladero. Cuando se sanciona la ley de pesca ese derecho se ve cercenado.

“El sector pesquero accede a cercenar el derecho histórico que tenia porque se le dice que la regla de juego va a ser la del artículo 27, era meritocrático, porque decía si vos invertís, tenés historia de captura, procesas en tierra, empleas personal y si no tenes muchos antecedentes de infracciones, vas a poder acceder a cuotas. Si en ese momento en el año 97 se hubiera puesto el tema de la licitación, todavía estaríamos frente al Congreso protestando, no se hubiera aceptado cercenar un derecho histórico a cambio de una licitación que no se aplica en ninguna parte del mundo. Si hoy se intenta esto con un derecho preexistente se genera una expropiación, es litigiosidad segura, conflicto, es todo lo que tenemos que tratar de evitar. La gente apoyó un gobierno que venía a desregular y simplificar, a darle una mano a las empresas e involuntariamente y por desconocimiento, terminó el gobierno casi expropiando las empresas, lo cual es un disparate.”