“La final es en octubre. Nuestros principios siguen intocables”, dijo el intendente, y pese a todo intentó mostrarse confiado para las elecciones generales: “Vamos a dar batalla, vamos a pelear en octubre”.

“Creo que tal vez mis secretarios ahora van a comprender que tienen que salir a la calle a explicar todo lo que hemos hecho, porque hay una gran cuota de ignorancia en parte de la población de todo el trabajo que hizo esta administración”, aseguró Arroyo. Contradicciones de la política: en el momento en que lo dijo, su secretario de Salud, Gustavo Blanco, celebraba en el búnker de Guillermo Montenegro.

Con el el 78,52% de las mesas escrutadas, el intendente solo obtenía el 5,12% de los votos.