En diciembre del 2017 fue inaugurado el campo de fútbol con el nombre de Doctor Sócrates. El campo está dentro de la Escuela Nacional Florestan Fernandes, del MST, en el municipio de Guararema, cerca de la ciudad de San Pablo.

El partido inicial fue jugado entre el equipo de los amigos de Lula en contra del equipo de los amigos del MST. Fue un duro partido, y a pesar de que el equipo de Lula contaba con Chico Buarque, entre otros cracks, el juego terminó empatado. Lula hizo un gol, de penal.

El año pasado no hubo partido, porque el capitán de uno de los equipos estaba arbitrariamente detenido en Curitiba. Aunque hubiera pedido licencia, seguramente no se la habrían dado para que liderara a su equipo, porque desconocían la imortancia del evento. No hubo partido, una razón más para teminar el año tristes.

Este año, con Lula libre, pudimos recomponer nuestro equipo y el partido se realizó finalmente el domingo 22, en vez del sábado, para no robar audiencia de la final de la Champions, en la que jugaba Flamengo. Hubo transmisión directa para la redes.

Jugamos, al igual que hace dos años, bajo un sol inclemente, con gran contingente de combatientes de décadas en la militancia politica. No hubo control antidoping.

Lula ha demostrado que el encierro no le mermó las condiciones ni físicas ni técnicas. Jugó como si no hubiera estado sin jugar, por persecución jurídica, durante 20 meses. Nosotros hemos tratado de acompañarlo, cada uno con su ritmo, sus condiciones y sus técnicas.

Como estaba previsto, el partido se inició a las 13 horas, bajo el sol del verano. Comenzó con ritmo relativamente lento, para que administráramos nuestas energías. Cada equipo, felizmente, ha contado con un elenco numeroso, dada la fuerza de la izquierda, lo cual ha posibilitado variaciones tácticas y ahorro de energía física.Una novedad importante fue la participación de mujeres, entre ellas Mónica Benicio, viuda de Marielle Franco.

El estadio, que reúne a 4 mil personas, estaba repleto. Un público entusiasta, que cantaba todo el tiempo, para alentarnos. Antes del inicio, algunas breves palabras, de Joao Pedro Stedile, el dirigente histórico del MST, de Lula y de Chico Buarque. Chico hizo un pedido especial: Solicito, a los defensas del equipo del MST, que mantengan a Lula libre.

Otras referencias similares estaban en carteles en la hinchada: “Pase la pelota a Lula, porque Lula está libre!”. “Yo no he visto jugar a Pele, pero he visto jugar a Lula!”
Jugaban, entre otros, ademas de los mencionados, Fernando Haddad, Afonsinho – el primer jugador de fútbol brasileño político-, músicos como Chico Cesar, gente como yo y mi hijo Miguel, entre tantos otros. Se alargó el partido todo el tiempo para que todos pudieran jugar.

Lula sufrió un penal, lo cobró y abrió asi el marcador. El equipo del MST empató y, al final, Chico Buarque hizo el gol que dio la victoria a nuestro equipo.

Al finalizar el partido, se sirvió un arroz para las cuatro mil personas presentes, en el lugar de refeiciones que la Escuela del MST usa para las personas que hacen cursos de formación. Fue un domingo lindo, alegre, inolvidable para todos que estuvimos allá, todavía más para los que hemos demostrado que mantenemos nuestra combatividad y nuestra técnica también dentro de las cuatro líneas del excelente gramado del estadio Doctor Sócrates.

Con el encuentro con inteletuales y artistas el día 18 en Río de Janeiro y con ese partido y esa fiesta del dia 22 en la Escuela Florestan Fernandes del MST, Lula cerró con un golazo este duro año del 2019, con perspectivas bastante mejores para el 2020.

Por Emir Sader-p12