Simone Juárez tiene 28 años y es del partido bonaerense de Moreno. Ejerció ayer por primera vez su derecho al voto con su nuevo Documento Nacional de Identidad (DNI) no binario, en una jornada que consideró “histórica” por su relevancia en cuanto al respeto de las diversas identidades de género.

“Es un momento muy importante para nosotras, las no binarias del conurbano”, expresó Simone en diálogo con Télam con evidente emoción, una sensación compartida también por algunas de las personas que coordinaban los comicios, quienes calificaron el suceso como un “momento histórico en Moreno”.

Simone es estudiante de primer año de abogacía en la Universidad Nacional de José Clemente Paz y trabaja brindando asistencia desde el Centro Inclusivo Comunitario en el partido de Malvinas Argentinas, que asiste a más de 12 municipios del noroeste bonaerense.

Desde hace más de 12 años es activista por los derechos de las personas travestis, trans y no binarias en la provincia de Buenos Aires.

A partir de la sanción del decreto presidencial 476/21 en julio pasado, Argentina se convirtió en el primer país de la región en reconocer identidades por fuera del binomio de género en los sistemas de registro e identificación.

Como tantas otras personas no binarias, Simone tramitó en julio la rectificación de su género autopercibido en el DNI.

Para ella, recibir su nuevo registro fue “uno de los momentos más hermosos de mi vida”, que la llenó de “profunda emoción”.

Con ese ejemplar votó esta mañana en la Escuela Secundaria Básica N°4 de Paso del Rey, en Moreno, en la primera elección con votantes con DNI no binario en la Argentina.

Allí, tal como estipula la Ley de Identidad de Género fue tratada de forma digna y respetándose su género por parte de quienes estaban a cargo del desarrollo de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).

“De muy chica me sentí fuera de los patrones del binarismo, pero hace muy poco pude ponerle un nombre a eso”, narró en compañía de una amiga, con quien desde los 16 años comenzó a tomar hormonas.

En la adolescencia sentía que su identidad era ser mujer, sin embargo luego conoció lo que era “estar por fuera del binarismo”.

“Mis tías travestis me enseñaron que yo no tenía que adaptar mi cuerpo a lo que la sociedad me dijera, sino que tenía que sentirme libre de expresarme y de ser, aunque eso fuese no ser ni varón ni mujer”, expresó.

A pesar de que su familia siempre la apoyó, Simone destacó que fueron ellas quienes la guiaron y acompañaron en la búsqueda por su identidad de género y de quienes aprendió a luchar por sus derechos, en este transitar colectivo de la comunidad LGBTIQ+.

El DNI no binario es “la continuación y consolidación de la lucha por la identidad que iniciaron las hermanas travestis-trans”, dijo a Télam.

Télam

Foto: Lara Sartor.