La lowvcost del macrismo coronó las vacaciones de invierno con un fin de semana de locura: más de seis mil pasajeros quedaron afectados, algunos de ellos varados, tras una serie de cancelaciones, reprogramaciones y desvíos de distintos vuelos que la empresa atribuye a las condiciones climáticas.

Dieciocho vuelos fueron cancelados el viernes, dieciséis de ellos previstos desde y hacia el aeropuerto que funciona en la Base Militar de El Palomar. En total, entre el viernes y el domingo, se suspendieron treinta y tres vuelos con partidas desde El Palomar hacia Neuquén, Bariloche, Iguazú, Jujuy, Posadas, Córdoba y dos vuelos previstos hacia Mendoza. También los arribos a ese aeropuerto desde Bariloche, Córdoba, Iguazú, Jujuy, Neuquén, Posadas y Mendoza.

En el caso de El Palomar, cientos de pasajeros denunciaron que tuvieron que dormir dos días en las precarias instalaciones del aeropuerto sin que la empresa les facilitara alojamiento ni comida. Diferentes videos fueron difundidos por los usuarios para evidenciar el caos y el abandono que sufren pasajeros y trabajadores.

En el aeropuerto de la Base Militar El Palomar, cruzado por los vaivenes judiciales de la suspensión y cierre de sus actividades, fueron suspendidos treinta y tres. “El cierre del Aeropuerto El Palomar (EPA) durante más de 30 horas por malas condiciones climáticas, generó un impacto operativo que provocó algunas cancelaciones y demoras”, fue una de las explicaciones que la empresa brindó a través de las redes sociales.

La masiva y repentina cancelación de los viajes previstos provocó la indignación y el descontento de los damnificados, quienes en distintos aeropuertos del país se agarraron a golpes con los empleados de la aerolínea.

En Iguazú más de 50 pasajeros denunciaron que estuvieron varados casi dos días. En Jujuy también hubo cancelaciones y desmadres, ya que algunos pasajeros dieron a conocer que la empresa no les brindó ninguna solución ni cubrieron ningún gasto.

Hace tan sólo dos días el ministro de Transporte Guillermo Dietrich aseguró en que no había riesgos en volar con la lowcost. La defensa del funcionario vino después de ser consultado por la presentación que hicieron ante la Justicia asociaciones vecinales cercanas al aeropuerto de El Palomar para pedir su clausura ante la posibilidad de que hubiera un accidente que perjudique a los chicos de los colegios cercanos. “Volar es seguro”, aseveró el Ministro después de que se conocería la denuncia de los vecinos que también incluyó un pedido de suspensión de la empresa aérea Flybondi que opera en esa terminal aérea.

Desde su desembarco en el país la empresa no ha parado de acumular irregularidades. Fallas, demoras recurrentes, desvíos, imprevistos técnicos y aviones que nunca levantan vuelo son moneda corriente en la aerolínea ligada a Richard Gluzman -un ex socio del vicejefe de Gabinete Mario Quintana-, que este fin de semana dejó a su suerte a unas seis mil personas en todo el país.