A más de un mes del femicidio de Silvia Saravia, quien fue asesinada por su esposo Jorge Neuss en el country Martindale de Pilar y luego se suicidó, los exámenes toxicológicos detectaron que ambos tenían rastros de haber consumido alcohol.

“Hay presencia de alcohol en ambos. El dosaje aún debe confirmarse con estudios complementarios, pero sería alto para el horario en que ocurrió todo, al mediodía, e indicaría que bebieron durante la noche o la madrugada previa”, confirmó a Télam una fuente vinculada al expediente.

La fiscal de la causa, María José Basiglio, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Pilar, espera otros análisis para saber si en las horas previas al femicidio y el suicidio, además del alcohol, Neuss (72) y Saravia (69) también habrían consumido o no algún fármaco.

Hace dos semanas, se supo que un peritaje de la División Microscopía Electrónica de la Superintendencia de la Policía Científica bonaerense determinó la presencia de rastros de pólvora en ambas manos de Neuss y en la izquierda de Saravia.

El estudio, llamado “MEB”, por la utilización de un Microscopio Electrónico de Barrido, se hizo con las muestras tomadas el día del hecho a las manos de la víctima y del asesino y consiste en detectar bario, plomo y antimonio, los tres elementos químicos que se dispersan e impregnan ante la deflagración de un disparo.

Para los investigadores, ese hallazgo fue la confirmación de que el hombre fue quien disparó con su revólver calibre 357 Magnum y que a su mujer se le impregnaron rastros de pólvora cuando trató de defenderse y quiso cubrirse o apartar el arma de su cabeza antes de recibir el impacto de bala.

El peritaje refuerza las conclusiones de las autopsias, que determinó que Saravia fue asesinada, luego de ser sorprendida en el baño y de haber intentado defenderse, de un único disparo con el que Neuss la ejecutó con el revólver apoyado en la cabeza tras tomarla del cabello y dominarla.

En la autopsia también se estableció que al dispararle a su esposa, el empresario se autolesionó con ese mismo disparo en el dedo pulgar de su mano izquierda –donde ahora también se hallaron residuos de pólvora-, y que luego se pegó el tiro en la sien derecha parado en el vestidor.

El femicidio ocurrió el 10 de octubre cuando Saravia, luego de pasar la noche en la casa de su hija, dentro del mismo country Martindale, regresó a su casa cerca al mediodía y le dijo a las empleadas que subía a su habitación “a buscar unas cosas”.

La hija del matrimonio, Lucila Neuss, fue quien brindó ante la fiscal una declaración testimonial clave, en la que contó que la noche previa al femicidio sus padres tuvieron una discusión, lo que motivó que su madre le pidiera dormir a su casa.

En una ampliación de su declaración testimonial, una de las empleadas de la casa también contó que la noche previa escuchó una discusión entre la pareja y que Saravia se había retirado de la casa.