La Intendencia regional (gobernación) de Santiago, en Chile, confirmó que la tienda del retail Falabella escondió a 21 trabajadores en una de sus bodegas para evitar la sanción por parte de fiscalizadores sanitarios, porque se trataba de empleados que debían estar en sus domicilios cumpliendo cuarentenas obligatorias.

Los trabajadores provenían de comunas bajo cuarentena por coronavirus.

Pese a ello, fueron llamados a trabajar en el centro comercial Parque Arauco, en el sector oriente de Santiago.

Falabella fue sorprendida en una fiscalización que hizo el alcalde Joaquín Lavín, de la exclusiva municipalidad de Las Condes, que se encuentra fuera de confinamiento desde hace dos semanas.

La empresa perteneciente al grupo Solari se justificó argumentando que “estaban realizando labores de distribución logística, por lo que contaban con todos sus permisos correspondientes al día y en regla”.

“Dicha tienda está cerrada para venta al público desde el 19 de marzo pasado”, informó.

El intendente metropolitano, Felipe Guevara, confirmó que en Falabella Parque Arauco había “21 trabajadores que viven en comunas que aún están en cuarentena y les pidieron que se escondieran en una bodega. Eso demuestra que es necesario fiscalizar”.

Más tarde, al conocer la respuesta de Falabella, indicó que pese al permiso que alegaron “tendrá que resolverlo el sumario sanitario”.

“Lo importante es que (el gerente) se comprometió a que en adelante los trabajos de logística lo harían trabajadores que vivan en comunas que están en transición o una situación mejor”, suavizó Guevara.

“Eso no puede ser, la norma dice muy claramente, ‘si yo abro, tengo que atender con personas que sean de las siete comunas desconfinadas’”, sostuvo por su parte el alcalde Lavín, mientras controlaba la apertura parcial de comercios y shoppings que se está implementando en algunos sectores de Santiago como parte del plan de desconfinamiento anunciado por el gobierno nacional, informó el sitio El Desconcierto.