En el marco de la investigación por las causas de la desaparición y muerte de Facundo Astudillo Castro de la que se cumple un año, luego que los fiscales recusaran a la jueza María Gabriela Marrón, titular del Juzgado Federal N° 2 de Bahía Blanca por considerar que había perdido la imparcialidad, la defensa de la familia de Facundo presentó ante el Consejo de la Magistratura, una denuncia penal para removerla por mal desempeño de sus funciones.

“La jueza no sólo no está apta para investigar esta causa, sino que no es apta de ser una jueza. Por esa razón la denunciamos”, sentenció Leandro Aparicio, abogado de Cristina Castro, mamá de Facundo en diálogo con cronica.com.ar.

En esa línea, la defensa que representa a los familiares del joven que desapareció tras ser retenido por la Policía de la Provincia de Buenos Aires el pasado 30 de abril del año pasado, afirmó: “Los fiscales pidieron su recusación por parcialidad, esto quiere decir que la jueza desoye, ignora todas las pruebas y evidencias que apuntan contra la policía y pretende plantar una teoría arrancada de los pelos, sin rigor científico, para decir que Facundo se ahogó en ese lugar”.

“No estamos de acuerdo con la jueza es por eso que adherimos a la apelación de los fiscales. Entendemos que no puede estar por distintas circunstancias e irregularidades que los fiscales han presentado en un informe ante el Comité de desaparición forzada de las Naciones Unidas en relación a este caso”, agregó. De tal manera, a través de la Comisión provincial de la Memoria que también adhirió, presentaron la denuncia ante el Consejo de la Magistratura.

No obstante, Aparicio remarcó que la jueza Marrón, quien actualmente se encuentra de “licencia” por estar “estresada”, “cumple con la misma función de impunidad que cumplía el fiscal Santiago Ulpiano Martínez” quien finalmente se apartó de la causa.

“El fiscal Martínez no se quería ir a pesar que lo recusamos dos veces y se terminó yendo, inhibiéndose diciendo que era víctima de violencia moral, cuando víctima hay una sola, o en su caso Facundo y su mamá”, expresó Aparicio. “Entendemos que es una lucha que hay que seguir dándola. Mientras tanto seguimos avanzando” de acuerdo a las medidas de prueba que dirigencia el juez subrogante, dijo el abogado.

Asimismo, a un año de la desaparición de Facundo, el letrado evaluó que el balance es “positivo” en el avance de la causa, y destacó la “designación de dos fiscales que impulsaron la investigación”.

En tal sentido, Aparicio puntualizó que cuentan con amplias pruebas que “acreditan todas las inconsistencias, por no decir delitos e irregularidades de la policía de la provincia de Buenos Aires, que nos llevan a tener la convicción de que Facundo fue víctima del accionar de la policía bonaerense en un contexto de pandemia”.

A su vez, agregó: “La evidencia también nos lleva a interpretar que es imposible que Facundo se haya ahogado como nos pretende hacer creer la señora jueza, en un lugar donde ese día había medio metro de agua”.

Todos los nuevos elementos que se suman a la causa son materia de investigación. Sin embargo, Aparicio destacó que los mismos “son datos duros y concretos”. “Lo que sabemos es que el día que fue descubierto el cuerpo de Facundo por un pescador, alguien activa una línea telefónica a nombre de Facundo, unas horas antes del hallazgo del cadáver”, contó el abogado. En su declaración, el dueño de la empresa prestadora de Mar del Plata, donde se compró la tarjeta advirtió que para activar la la línea telefónica se requieren los datos personales de la persona que lo solicita. Cabe destacar que hasta el momento, el documento de Facundo nunca apareció.

Asimismo, hay muchos eslabones sueltos en la investigación. Uno de ellos consiste en que el celular de Facundo se activó el 1°de mayo sobre el mediodía en una celda ubicada en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca a unas pocas cuadras de la comisaria donde fue encontrado el patrullero Toyota Etios de la Policía Local, que gracias al sistema de geolocalización se comprobó que el 8 de mayo del año pasado estuvo a 800 metros del lugar donde el 15 de agosto fue encontrado el cadáver esqueletizado de Facundo.

No obstante, en el baúl de ese vehículo se encontró una piedra turmalina que llevaba colgada Facundo, de la que otro fragmento fue encontrado en la comisaria de Teniente Origone donde también fue descubierto el amuleto que llevaba siempre consigo el joven (una pequeña sandía de madera en cuyo interior había una vaquita de San Antonio y que le había regalado su abuela).

Además de la geolocalización del teléfono, “se encontró una mochila intacta con los dos teléfonos, y la ropa que tenía puesta Facundo el día de la foto” a tres kilómetros del esqueleto. En tanto a 20 metros del cadáver había una de sus zapatillas también en estado intacto. “Es imposible que la jueza quiera hacer creer que Facundo se ahogó solito”, sostuvo Aparicio.

Por el momento ninguno de los cuatro policías que tuvieron interacción con Facundo, se encuentra detenido. Aunque hay elementos para pedir la detención, Aparicio subrayó que se inclinan por el criterio “de seguir colectando y produciendo pruebas”, las cuales “son muchas y que nos dan elementos que antes no teníamos”.

En ese sentido, remarcó que temen que “las pruebas o los testigos a incorporar” se filtren, ya que la identidad de muchos ya fue violada, porque no hay un sistema de protección del Estado. De tal manera, es que esperan que se haga lugar a la solicitud de remover a la jueza Marrón. “Esperamos que esto decante y que se vaya”, afirmó. Mientras tanto, denunciarán todas las “irregularidades” hasta que haya un “juez parcial”. Y concluyó: “Hay muchas pruebas que nos llevan a todo tipo de complicidades”.

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