El cierre del 2018 no encuentra a la construcción en su “mejor momento”, según reconocieron referentes locales de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), aunque se ratifican las esperanzas por un viento de cola más favorable para el sector a lo largo del 2019.

“No estamos pasando los mejores momentos. Estamos en un momento muy difícil por el tema de la inversión privada, que es el fuerte de Mar del Plata. Casi que no hubo pero los inversores hicieron un esfuerzo pese a que la moneda extranjera tomó un vuelo enorme“, expresó César Trujillo, quien preside el gremio.

En declaraciones a elmarplatense, el dirigente destacó de todos modos que con un “ritmo muy lento y un gran esfuerzo de los empresarios” se mantiene el trabajo en la actividad. “Si nos tenemos que quejar, siempre nos vamos a quejar. Los salarios no son adecuados a la realidad“, señaló.

Dentro de las obras públicas con mayor impacto para la mano de obra de la ciudad, el máximo referente de la Uocra mencionó las remodelaciones que se llevan adelante en el aeropuerto Astor Piazzolla de Mar del Plata pero aclaró que involucra a “muy poquitos trabajadores”.

“Tenemos esperanzas para el año que viene. Nunca las perdemos. Esperamos que el país se desarrolle, que cambien las cosas y se siga adelante. Hay algunas señales de que esto va a pasar. Tenemos buenas perspectivas“, confió.

La devaluación fue uno de los factores que tuvo mayor influencia en el ritmo de la construcción. Paralizó la obra pública proyectada para estos meses y a ello se sumó la incertidumbre que inexorablemente provocó para todo el arco privado. “Hay mucha incertidumbre en el momento de comprar insumos porque no hay precios relativos.

Hay mucha dispersión a la hora de comprar chapas, carpintería, vidrios, y depende el proveedor y el cliente, pero prácticamente no se aceptan cheques a 60 días”, habían graficado a este medio desde el Centro de Constructores.