La Ley de Productos Menstruales (de provisión gratuita), aprobada por unanimidad, impondrá a las autoridades locales la obligación legal de poner los productos menstruales a disposición de todos aquellos que los necesiten.

Escocia es el primer país del mundo en brindar acceso gratuito y universal a productos menstruales después de una campaña de cuatro años que cambió de base el discurso público sobre la menstruación.

La iniciativa se inspiró en el trabajo de consejos municipales como el de North Ayrshire, que ya venía proporcionando tampones y toallas sanitarias gratis en sus edificios públicos desde 2018.

“Es un día de orgullo para Escocia”, dijo al diario británico The Guardian la vocera de Salud y Deportes de los laboristas escoceses, Mónica Lennon, quien encabezó la campaña.

“Esto marcará una gran diferencia en la vida de las mujeres y niñas y de todas las que menstrúan. Ya hubo un gran progreso a nivel comunitario y a través de las autoridades locales para dar a todos la oportunidad de atravesar los periodos con dignidad”, agregó.

Además, señaló el cambio de época que se vive al notar que nunca se había dado una discusión abierta sobre menstruación en el Palacio de Holyrood (sede del Gobierno), en la que se habló también de menopausia, endometriosis, y de los productos que se usan así como también de su sostenibilidad”.

Organizaciones benéficas venían alertando sobre el costo a veces inalcanzable para obtener mensualmente estos productos, que además aumentaron durante la pandemia.

El Grupo Mujeres por la Independencia reveló en una investigación que casi una de cada cinco mujeres no tuvo dinero para comprar productos menstruales durante al menos un período, lo que impacta directamente en su higiene, salud y bienestar.

Se estima que las mujeres gastan un promedio de 13 libras (1.400 pesos) al mes en productos para la menstruación y varios miles de libras a lo largo de su vida.

El plan, que se estima que costará alrededor de 8,7 millones de libras al año (más de 940 millones de pesos argentinos), consagra en ley el requisito de que las escuelas, colegios y universidades proporcionen los productos de forma gratuita, algo que rige desde 2017 de la mano de la primera ministra, Nicola Sturgeon.

Mientras el debate se hizo cada vez más amplio, algunos restaurantes, pubs e incluso clubes de fútbol, comenzaron a ofrecer productos de higiene menstrual gratuitos de forma independiente.

Lennon remarcó que activistas de todo el mundo vienen siguiendo de cerca el proceso en Escocia, algo de lo que se enorgullece.

“Es un mensaje importante en medio de una pandemia (demostrar) que todavía podemos poner los derechos de las mujeres y las niñas en un lugar destacado de la agenda política”, celebró la política laborista.