No tienen aguinaldo. No tienen vacaciones. Les pagan en negro, sin aportes previsionales, por lo que no tendrán jubilación ni pensiones para sus familias. Y como pueden cortarles el trabajo cuando se acaben los resultados o cuando cambie el sistema, tampoco tendrán indemnización. Con un drama mayor: el que les paga en negro es el Estado, a través de la Secretaría de Deportes de la Nación y del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD).

Por ello los entrenadores deportivos nacionales dijeron basta y encararon el camino para sindicalizarse. De hecho el jueves pasado varios integrantes de la Asociación de Técnicos Deportivos Argentinos (ATEDA), fundada en 2001, se reunieron en el CeNARD por tercera vez con un representante de ATE Capital para seguir entablando lazos y coordinar la estrategia que derive en una lucha hacia su consideración como empleados públicos.

“Tenemos que cambiar nuestras condiciones. Hay que corregir está situación de injusticia. No puede ser que no tengamos ningún tipo de beneficios como cualquier trabajador. No somos sujetos de crédito. Si te quedás afuera del sistema de becas, te vas sin nada. Es fuerte. Somos personas grandes. No es que tenemos algo para hacer una transición a otra cosa. Nosotros somos entrenadores. Estamos fuera del sistema y tenemos que entrar”, le dijo Laura Martinel, entrenadora de Paula Pareto, a Clarín.

“Lamentablemente, nadie piensa en los técnicos. Estamos empujados a asociarnos y a defender nuestros propios intereses, porque si no somos el ultimo eslabón de la cadena, cuando en realidad formamos a los actores principales del deporte: los atletas -señala Sergio Turiace, director técnico nacional panamericano de esgrima-. Lo más grave es la jubilación: te retiraste y no tenés nada. Colegas que han trabajado para tener la bandera argentina en algún podio terminan dependiendo de que un nieto les acerque un Paracetamol”, explicó.

Los entrenadores de deportes amateurs son full time, como los atletas de alto rendimiento. Se entiende: deben estar en todo detalle de la planificación, metodología, transmisión de conceptos y acompañamiento a entrenamientos, viajes a competencias y reuniones diversas para que sus entrenados lleguen a su mejor versión posible. De sus resultados dependerá el monto de sus becas, en este modelo meritocrático usado en la Argentina. Y tienen prohibido trabajar para otro país, ni siquiera si los llaman por dos semanas especificas para fortalecer a algún atleta o equipo.

La ATEDA se fundó cuando en el gobierno de la Alianza, a poco de que Fernando de la Rúa? huyera en helicóptero, les debían 9 meses de becas. Los reclamos entonces liderados por Orlando Moccagatta, Carlos Getzelevich y Turiace, entre otros, siguen realizándose 19 años después. Argentina es así y parece anormal lo legal y racional: que un trabajador tenga derechos. Porque las obligaciones se las hacen cumplir igual.