Durante la semana, tanto en el Hospital Interzonal General de Agudos “Oscar Alende” como en los otros establecimientos sanitarios dependientes del Estado, se intensificaron las capacitaciones y la provisión de materiales e insumos, circunstancia que brindó más tranquilidad a los cientos de enfermeras y enfermeros que trabajan en la primera línea de atención, ante el esperado incremento de pacientes alcanzados por el contagio comunitario del coronavirus.
Un incremento que, obviamente, se pretende moderado, para lo cual debe cumplirse efectivamente la masiva cuarentena, que a la vez es condición indispensable para que no colapse el sistema de salud.
Facundo Villalba es secretario de Organización y principal representante de los trabajadores de la salud dentro de ATE Mar del Plata, que suman alrededor de un millar. En diálogo con lacapitalmdp, se mostró confiado respecto de las medidas de adecuación en los hospitales.
“Al promediar la semana -señaló- tuvimos una reunión con la dirección del Regional, en la que fueron exhibidos los kits que deberán llegar a la totalidad de los compañeros para que puedan desempeñarse con seguridad, bien cuidados, y así cuidar a los internados”.
También en estos días, puntualizó el dirigente de ATE, llegarán remesas de mascarillas que fueron realizadas en impresoras 3D por una organización de ingenieros y a través de una campaña solidaria.
Villalba también señaló: “durante estas dos semanas vamos a seguir bien de cerca, hora a hora, las acciones que se vayan tomando para la protección de los compañeros, que no sólo deben ser las más convenientes dentro de los establecimientos sino también en el movimiento general de la ciudad”.
Facilitar el transporte y la SUBE
Se refirió entonces a los problemas que encuentra ahora una gran parte de las enfermeras y enfermeros para movilizarse con el transporte público: “hemos solicitado a la Municipalidad y a la UTE de los colectivos que se garanticen la mejor frecuencia posible de paso de los micros por los hospitales, más aún en los horarios de ingreso de nuestros compañeros, que son los de las horas 0, 6 y 18, como también que de algún modo se les facilite a los trabajadores de la salud, económicamente y en aspectos prácticos, la recarga de la SUBE”.
Antes de finalizar el diálogo, el secretario de Organización de ATE quiso hacer un llamado a toda la gente: “la población en general también puede proteger a las enfermeras y los enfermeros cumpliendo con la cuarentena y manteniendo la calma. No hay razones para perderla. Los hospitales están equipados y los compañeros preparados y si logramos mantener el llamado distanciamiento social, se evitará un gran pico de contagios y con éste el colapso del sistema sanitario”.
Operadores de las terapias intensivas de los hospitales, que prefirieron no ser identificados, también se reconocieron confiados. “Hasta ahora -dijo uno de ellos- sólo recibimos casos de sospecha de coronavirus sin confirmación aún de la enfermedad. En las terapias la relación entre enfermera o enfermero y asistido deberá mantenerse uno a uno, o a lo sumo uno por cada dos pacientes”.
La misma fuente reservada admitió que semanas atrás “había un temor natural al contagio ante este nuevo virus”, no sólo de contraerlo sino de llevarlo al hogar, pero que “al tiempo que se recibe buena información y se ve que llegan los insumos, la inquietud va convirtiéndose en confianza y en la decisión estar atento a no descuidarse”.
En la guardia del Hospital Interzonal, mientras tanto, se ajustan detalles operativos y también allí se nota un clima de tranquila expectativa. Están destinados al sector unos 50 enfermeros, que se dividen en cuatro turnos de 6 horas cada uno. En cada franja horaria actúan unos siete u ocho enfermeros, dotación que, de resultar necesario en las próximas semanas, obviamente será acrecentada.