Se trata de una política municipal destinada a grupos familiares bajo línea de indigencia, en situación de vulnerabilidad y riesgo alimentario. Se materializa en una tarjeta que recibe una carga periódica de $876 para utilizar exclusivamente en compra de alimentos. El monto no se actualiza hace más de tres años. Hace 11 meses se anunció que se aumentarían las cargas al 100%. Sin embargo, casi un año y 140% de inflación después, no se han registrado mayores avances en ese sentido.

El Proyecto Complemento Alimentario Familiar, el nombre oficial de la tarjeta alimentaria, está en la órbita del Programa Municipal de Seguridad Alimentaria de la secretaría de Desarrollo Social. Fue creado por decreto en 2011 para suplantar la entrega directa de alimentos.

Los principales beneficiarios del proyecto son grupos familiares bajo línea de indigencia, en situación de vulnerabilidad y riesgo alimentario. Dentro de esos grupos, las jefas de familia con un/a hijo/hija conservan prioridad. Según cifras oficiales, son cerca de 8 mil personas alcanzadas por dicha iniciativa, aunque desde organizaciones sociales locales, aseguran que, por distintos motivos, son muchos menos los beneficiarios.

El programa consiste “en una tarjeta con un monto fijo de dinero destinado a la compra de alimentos en distintos comercios de la ciudad”. Bien se sabe que el monto fijo en Argentina queda desfasado en cuestión de horas. Ni hablar, en cuestión de tres años. Hoy la carga periódica de esa tarjeta no supera los $876, cifra fosilizada durante todo un periodo gubernamental local.

Por este retraso, se han realizado diversas movilizaciones en Mar del Plata, tanto al Palacio Municipal como a las oficinas de Desarrollo Social. Fue luego del visible descontento social que la titular del área, Vilma Baragiola, incorporó esta demanda al proyecto del Presupuesto 2023. En ese marco, en diciembre 2022, anunció que el cálculo de recursos destinados para este año incluía una suba del 100% del valor depositado en la tarjeta alimentaria.

Por entonces, la inflación acumulada superaba el 300%. Sin embargo, la noticia fue recibida con beneplácito por parte de las organizaciones y sobre todo de las familias que dependen de ello para poder alimentarse. Lo importante era que se empezara a mover y se despegara del valor viejo.

El proyecto de Presupuesto 2023 para General Pueyrredon fue finalmente aprobado en diciembre de 2022. Pero nada de lo anticipado en materia alimentaria pasó. 

Por esto, en abril de 2023 la concejal de Acción Marplatense, Paula Mantero, envió un pedido de informes al Ejecutivo para conocer el avance de lo prometido y normado. Tampoco en tal caso se obtuvieron mayores respuestas.

Según fuentes oficiales, el proyecto fue enviado hace semanas a la secretaría de Hacienda, donde permanece desde entonces. El rol de ese área es estudiar y aprobar (o no) lo proyectado en base a lo disponible en las arcas municipales para invertir en materia alimentaria. En caso de obtener el visto bueno, comenzaría la instancia administrativa de rigor para que el aumento se haga efectivo. Este medio no pudo saber con qué porcentaje de suba se envió finalmente el proyecto, si fue del 100% o mayor. Tampoco hay certezas sobre la fecha en la que se espera salga de Hacienda para continuar con el debido proceso.

Tarjeta alimentaria, inflación e indigencia marplatense

Para comenzar a discutir cifras, es necesario resaltar el desfasaje en cantidad de familias alcanzadas por la tarjeta alimentaria. Tal como fue dicho, la última cifra oficial rondaba los 8 mil marplatenses y batanenses, aunque organizaciones sociales sostienen que son muchos menos los beneficiarios. Aseguran, entre otros factores influyentes, que la Municipalidad no repone el plástico en caso de pérdida, robo o rotura, y que la renovación anual consiste en una experiencia burocrática engorrosa. Esto último, junto con el dinero depositado fagocitado por la inflación, lleva a las familias a la lógica de para qué gastar tiempo en trámites para una tarjeta que tampoco les sirve para comer. La pregunta que resuena es: ¿Cómo te llenas la panza con $876?

Según la última actualización del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), durante el primer semestre de 2023, la pobreza bajó pero la indigencia creció en Mar del Plata.

En base a la Encuesta Permanente de Hogares difundida en septiembre de este año, en nuestra ciudad hay 31,5% de pobres, lo que se traduce en 207.210 personas, cifra que bajó desde el relevamiento anterior que llegaba a 32,6%. En esa misma fuente, se registró una suba de la indigencia al 6,5%, es decir, 42.899 personas. Diez mil personas más que en la medición inmediata anterior. A valores oficiales, hoy en General Pueyrredon solo el 18% de la población indigente recibe ayuda alimentaria por parte del Estado local.

A riesgo de redundancia, es necesario nombrar lo obvio: la inflación es un problema que, hasta ahora, solo sabe pisar el acelerador en nuestro país. Así, la suba anunciada del 100% hace casi un año resultaba escasa aunque prometedora. En rigor matemático, la inflación acumulada entre inicios de 2020 y octubre de 2023 es de 780.4%. Es decir, hoy el depósito del Estado a las tarjetas municipales no debiera bajar de los $7700.

Lo que resta son interrogantes sobre qué modificaciones habrá, si alguna. Y cuándo. Y por cuánto. Y para quiénes. 

(Fuente de imagen: Diario La Capital)